De manera tradicional, Oaxaca se ha caracterizado por las disputas dentro del sector sanitario. El hecho perjudica tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes, quienes no pueden atenderse por las constantes huelgas y clausuras de hospitales y clínicas.
La situación actual de la entidad fue uno de los temas centrales de la LXIV Legislatura en la que Donato Casas Escamilla, titular de la Secretaría de Salud de Oaxaca (SSO), tuvo que comparecer ante la Comisión de Salud.
Donato Augusto Casas Escamilla, Secretario de Salud de Oaxaca, en comparecencia ante la Comisión Permanente de Salud #Oaxaca #TwitterOax @CongresoOaxLXIV ?@jlplatafoto pic.twitter.com/Y8LtnJophh
— ORO (@ororadio) December 12, 2018
El punto crítico fue que el funcionario reconoció un déficit presupuestal de 2 mil 500 millones de pesos para la conclusión y operación de 52 hospitales de administraciones anteriores. Debido a esta lamentable situación, Casas Escamilla declaró a la SSO en bancarrota.
Debido a este aspecto, Donato le solicitó a los diputados locales aumentar de manera considerable el presupuesto del próximo año.
Por su parte, el funcionario acusó a administraciones pasadas de despilfarrar y desaparecer el presupuesto destinado a funciones básicas de la SSO. De igual forma, recordó que apenas fue nombrado en el cargo en febrero de este año, por lo que resulta demasiado complicado ofrecer resultados inmediatos.
A su vez, dentro de los avances logrados durante el poco tiempo que ha estado al frente de la SSO, Casas Escamilla expuso que actualmente las 970 unidades de salud de la entidad cuentan con un abasto de medicamentos que varía entre el 70 y 80 por ciento. Esto resulta bastante favorable porque en años pasados era, en promedio, del 20 por ciento.
Finalmente, ante este anuncio toma importancia lo recién expuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador de federalizar la salud, siendo Oaxaca una de las primeras entidades en que se implementará.