Sabemos, que la práctica médica implica agotadoras jornadas, pocas horas de sueño y grandes responsabilidades. Sin embargo, para cuidar la salud mental del personal sanitario se debe buscar mecanismos que formen un equilibrio entre la parte física y psicológica. Ya que, se necesita llegar a un estado de bienestar, a pesar de las dificultades que se presenten en la cotidianidad, con el fin de prestar un buen servicio a la sociedad.
Especialmente, porque los profesionales de la salud deben cuidarse para poder cuidar. No obstante, el alto nivel de responsabilidad, el trabajo bajo presión, las expectativas administrativas, la falta de tiempo libre y los dilemas éticos, llevan a causar alteraciones mentales que incapacitan. Generando, ansiedad, depresión, insomnio, insatisfacción y frustración, que pueden terminar en consecuencias fatales donde hasta la propia vida puede estar en riesgo.1
La salud mental del personal sanitario puede estar en peligro como resultado de las condiciones hospitalarias, el riesgo médico y los dilemas éticos, anexos a la profesión
Es claro, que la crisis sanitaria que vive el mundo ha puesto al descubierto una dura realidad. Ya que, el personal sanitario trabaja bajo grandes dosis de estrés, muchas veces, sin los recursos suficientes para cumplir con su labor y agravada por los bajos salarios que reciben. Sin embargo, son ellos los que les hacen frente a las batallas de salud, buscando mejorar el bienestar de la comunidad.
Así vemos, que el personal sanitario con alteraciones mentales va en aumento, logrando aminorar las capacidades. Lo que hace que, se note un incremento en el uso de sustancias toxicas; como alcohol, tabaco y alucinógenos; en un afán desproporcionado para encontrar equilibrio en sus vidas. Llevando, desafortunadamente a generar un retiro precoz de la práctica clínica, mayores costos en el sistema y disminución en la calidad de la atención.1
Además, el síndrome del desgaste profesional, el trastorno postraumático, la fatiga por compasión y los inesperados cambios en la atención médica; que obligan a cumplir con la política de atención de número de pacientes por unidad de tiempo; limitan y afectan la salud mental, hasta el punto, de bajar la productividad y la capacidad de pensamiento.2
La demanda asistencial, el riesgo de infecciones y la falta de condiciones óptimas, pueden hacer que la mente no trabaje con claridad, poniendo en riesgo la capacidad médica.
Por lo tanto, a pesar de que las responsabilidades son apremiantes y el deseo de salvar vidas este impreso en el alma del personal sanitario, se deben aplicar mecanismos para cuidar la propia salud física y mental. De ahí, que cubrir las necesidades básicas, descansar, planificar actividades fuera del trabajo y valorar las relaciones interpersonales de calidad, es indispensable para enfrentar los desafíos de cada día.2
Es ahí, donde vemos, que la salud mental del personal de la salud está en riesgo. Por eso, se hace útil realizar actividad física con regularidad y adaptar buenos hábitos alimenticios. Sin embargo, otras técnicas; como la meditación, relajación, pensamiento positivo y respiración consciente, pueden ayudar a liberar el estrés y darles un mejor manejo a las situaciones agobiantes, a las cuales se ve expuesto por su labor médica.
Referencias:
1.Torre-Muñoz V., Farias-Cortés J.D., Reyes-Vallejo L.A., Guillen-Díaz-Barriga C. Riesgos y daños en la salud mental del personal sanitario por la atención a pacientes con Covid-19. Rev. Mex. Urol. 2020;80(3):1-9. Disponible en:
https://www.medigraphic.com/pdfs/uro/ur-2020/ur203i.pdf
2.Mingote Adán José Carlos, Núñez López Concepción. Importancia de la consideración de la salud mental en la gestión de la salud laboral: una responsabilidad compartida. Med. segur. trab. [Internet]. 2011 [citado 2021 Sep. 28]; 57(Suppl 1): 239-262. Disponible en:
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0465-546X2011000500015&lng=es.