El Salvador es un país encaminado hacia la consecución de sus metas y objetivos en lo relacionado con el mejoramiento de las condiciones y a propiciar entornos favorables para la atención de salud y nutrición de calidad de sus niños, niñas y adolescentes.
En los últimos años, El Salvador se posicionó como el país con las tasas más bajas, en Centroamérica, de mortalidad infantil, producto de programas de inmunización y control de enfermedades infecciosas y los programas que se han implementado, a nivel nacional, de prevención en salud.
La generación de mejores oportunidades de una vida saludable para la niñez y la adolescencia, enfrenta barreras en áreas tan importantes como el acceso a los servicios de salud, seguridad y capacidad para dar respuesta efectiva a las necesidades en materia de salud para la población, en particular la relacionada con la infancia, las mujeres embarazadas y las madres lactantes, en el contexto familiar y comunitario.
Según el Ministerio de Salud (MINSAL), en el 2017, las muertes en bebés de hasta un mes de nacidos fueron de 6 por cada mil nacidos vivos, siendo sus principales causas el bajo peso al nacer, las malformaciones congénitas, y el nacimiento prematuro.
También, los casos de transmisión de VIH materno-infantil, reportados por la Comisión Nacional Contra el Sida (CONASIDA), continúan siendo preocupantes, por lo que su eliminación requiere de mayores esfuerzos intersectoriales coordinados. A lo que se suman las amenazas de brotes epidémicos de alto impacto como el virus Zika y otras Arbovirosis, que imponen la necesidad de mejorar los sistemas de prevención, vigilancia, cuidado y apoyo post natal.
De igual forma, es necesario reforzar la sensibilización familiar y social para combatir el estigma y discriminación hacia los niños con discapacidad, garantizando su inclusión y goce pleno de sus derechos.
En El Salvador, La UNICEF trabaja arduamente para propiciar que la población infantil menor de cinco años, tenga mejores oportunidades para un comienzo y desarrollo saludable y pleno a lo largo de su ciclo de vida.
Por ser una de las principales causas de muerte neonatal, se da prioridad a la prevención de anomalías congénitas, mediante el apoyo de modelos de atención materno infantil enfocados en la prevención, atención y rehabilitación de la salud a nivel familiar y comunitario.
En coordinación con el Ministerio de Salud y el sector educativo, la UNICEF apoya los sistemas de información y vigilancia sanitaria, para realizar intervenciones multisectoriales que favorezcan el desarrollo integral de la niñez y la adolescencia en el país.
Igualmente, trabaja en fortalecer en conocimientos y capacidades a los promotores de salud, personal de enfermería y epidemiologia del sistema nacional, en especial del primer nivel de atención, por ser los encargados del acercamiento de los servicios de salud a las familias, a través de visitas domiciliarias que los convierte en la puerta de entrada y referente directo reconocido por las comunidades. Así como también, brinda acompañamiento a las autoridades de salud en el desarrollo de lineamientos técnicos de atención a la niñez menor de 10 años, permitiendo al personal de salud, identificar riesgos para la salud.
Con este mismo interés, La UNICEF apoya la capacitación de Asistentes Técnicos de la Primera Infancia (ATPI) y a los educadores de párvulos del sector público para que promuevan hábitos y estilos de vida saludable, sobre todo en los grupos más vulnerables de la población, en los ambientes familiares y comunitarios.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
UNICEF El Salvador. Comienzo saludable de la vida. (n.d.). Consultado el 19 de junio de 2021. Disponible en: https://www.unicef.org/elsalvador/comienzo-saludable-de-la-vida