La base de todos los actos médicos está en la relación médico-paciente. Y, es definida como un encuentro entre dos personas. Una de ellas, el enfermo necesita ayuda para recuperar su salud. El otro, el médico que está capacitado para brindar dicha ayuda.
En las consultas médicas, el paciente o el que habla por él (en el caso de un menor), es quien inicia la relación. Ya que acude al médico por un problema de salud. Pide una solución. El profesional trata de hacer un diagnóstico. Cuando hace falta, deriva a un especialista o le da un tratamiento. Ambos, obtienen un beneficio. Ambos tienen sus propios valores y emociones1.
La relación médico-paciente en pediatría es especial. Los niños pequeños no logran comunicarse bien, por lo tanto, es común en pediatría la comunicación por medio de terceras personas. Por lo general, los padres del paciente.
El modelo de relación depende de la personalidad del médico y de la familia del menor, a saber: dependientes, organizadas, emocionales, etc.2
Con el paciente adolescente el trato es más directo, asemejándose a la relación bidireccional que hay entre un médico y un paciente adulto.
Entre las habilidades que los médicos deben cultivar están la amabilidad, la paciencia y las habilidades sociales. A los pediatras se les supone una cualidad más: el amor a los niños3.
Con el recién nacido y lactante
No se puede establecer comunicación verbal con el niño a lo largo de estas etapas. En este caso, los interlocutores suelen ser los padres. El pediatra debe usar un lenguaje sencillo y de fácil comprensión. Hará con mucho cuidado la exploración física al bebé, evitándole, en lo posible, el dolor. Tratando de disminuir la angustia de los padres y el miedo natural del niño.
El preescolar
Con este paciente ya se puede lograr cierto grado de comunicación verbal. El médico intentará ganarse la confianza y amistad del niño. Le explicará cada paso de la exploración con palabras simples. No debe mentirse cuando se le realiza algún procedimiento médico. Y siempre tratará de quitarle sus miedos.
El escolar
El niño de esta edad ya es capaz de comprender. Con lenguaje sencillo, se le informará sobre los temas más importantes. El miedo también puede estar presente en esta edad. Todas sus preguntas deben ser respondidas de forma veraz y real.
Adolescentes
Su confianza debe ser ganada desde el comienzo. De ello, depende la buena relación. Se le debe asegurar confidencialidad de la información sobre él y su enfermedad. El adolescente puede asumir una autonomía progresiva en las decisiones que están relacionadas con su salud. El médico, además, debe tratar de hacer partícipe a la familia sobre los problemas de salud del adolescente, siempre con el consentimiento del joven4.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- AMOR SANTOYO, Salvador. La relación médico-paciente [en línea].Servicio de Urgencias y Toxicología, Hospital Infantil Federico Gómez, México. 2002 [ref. de julio de 2003]. Disponible en Web: http://www.mipediatra.com.mx/infantil/medico-paciente.htm
- VILLANUEVA, Jorge. Relación Médico Paciente [en línea]. Servicio Pediatría Hospital de Puerto Montt. [ref. de julio de 2003]. Disponible en Web: http://www.geocities.com/neopuertomontt/relacionmedicopaciente.html
- Hout-Marchand, M. (2009). Les relations parents-enfant-professionnels à hôpital. Soins Pédiatrie-Puériculture, 249, 16-21.
- Cuestiones legales sobre la atención sanitaria a adolescentes y jóvenes. El consentimiento informado [Internet]. Familiaysalud.es. 2013 [citado 30 de septiembre de 2021]. Disponible en: https://www.familiaysalud.es/temas-sociales/relacion-con-nuestros-pacientes/informacion-y-comunicacion/cuestiones-legales-sobre