La reflexología podal, se constituye como una de las terapias naturales con mejor aceptación y efectos benéficos para ayudar a combatir el cáncer. Esta terapia consiste en “estimular puntos reflejos localizados en los pies, mediante la aplicación de presión con el objetivo de obtener efectos beneficiosos reactivos sobre otros órganos y funciones del cuerpo”.
La reflexología se enmarca dentro de las terapias complementarias y como tal, es un complemento a los tratamientos médicos, para nada sustituye las prescripciones y recomendaciones médicas.
Con lo que, el acompañamiento de la reflexología es viable si se cuenta con el respaldo médico. La reflexología no cura el cáncer, ni trata los síntomas de la enfermedad y tampoco cura patologías; esta terapia es muy útil como complemento de los tratamientos contra el cáncer y es muy recomendada por algunos profesionales de la salud, pues estimula la energía vital, mejora la circulación sanguínea y linfática, lo que ayuda a aliviar los dolores tanto agudos como crónicos, relaja profundamente la musculatura y ayuda a regular funciones orgánicas, entre otros muchos beneficios. En pacientes oncológicos es un complemento que ayuda a mejorar físicamente y a recuperarse emocionalmente, lo que le permite reaccionar y hacer frente a lo que está viviendo con mayor fortaleza y optimismo.
Distante de ser un simple masaje de pies, la reflexología ayuda a mejorar las funciones que están alteradas en órganos y tejidos, fomentando la autorregulación de las funciones del cuerpo; reactivando “la farmacia interior” que ayuda en los procesos de sanación.
Reflexología y cáncer
Estudios en los que se ha analizado la eficacia de la reflexología podal como complemento en tratamientos contra el cáncer[1], se encontraron evidencias claras de que la reflexología es de gran ayuda para los pacientes con cáncer, al momento de mejorar los síntomas.
Los efectos de la reflexología resultan ser principalmente físicos, no psicológicos. La disminución de la ansiedad, el dolor y la fatiga, les ayuda a los pacientes a alcanzar un estado de bienestar y relajación profunda. También se ha visto que la reflexología podal ayuda a los pacientes oncológicos a combatir dificultades para conciliar el sueño, dolores de cabeza y a luchar contra síntomas como estreñimiento, náuseas, estrés, incontinencia urinaria, piernas cansadas y linfedemas, entre otros.
Para los especialistas de la salud es difícil tomar partido y tomar una decisión adecuada sobre la aplicación de la reflexología podal, pues no existen artículos descriptivos sobre evidencias que apoyen los estudios. También se presentan dificultades al no disponer de los artículos completos que evalúen los métodos y las técnicas que se emplean. La reflexología puede ser un tratamiento efectivo.
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