Mediante una investigación de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), publicada en la Revista del Consumidor, se alertó sobre las salsas cátsup que se venden en México. Lo que se menciona es que no cumplen que las normas vigentes, lo que a su vez puede provocar afectaciones en la salud de las personas.
Lo primero que se comenta es que la Norma Mexicana NMX-F-346-S-1980 menciona que para que un producto sea reconocido como salsa cátsup debe tener entre sus ingredientes al menos un 12 por ciento de sólidos totales de tomate, vinagre, sal y azúcares. El inconveniente es que existen algunas marcas que no lo respetan. Lo que se detectó es que contienen jarabe de maíz de alta fructosa, un endulzante barato que, en altas cantidades, puede provocar enfermedades cardiovasculares.
Con base en el trabajo de investigación de la Profeco, son cinco las marcas de cátsup que contienen un alto porcentaje de jarabe de maíz de alta fructosa. Por lo tanto son las que representan un riesgo para la salud.
- Salsa tipo Cátsup marca Embasa: Contiene tomates, almidón de maíz modificado, sal yodada, ácido acético, condimentos, saborizante natural, colorante artificial rojo y está elaborada en un 55 por ciento con jarabe de maíz de alta fructosa.
- Salsa Cátsup marca La Costeña: Tiene concentrado de tomate, vinagre destilado, sal, cebolla en polvo, saborizante natural, especias y contiene un 58 por ciento de azúcares adicionados, de los cuales un 42 por ciento es jarabe de maíz de alta fructosa.
- Salsa de tomate Ketchup marca Heinz: Tiene como ingredientes concentrado de tomate, vinagre, sal yodada, cebolla en polvo, saborizante natural y contiene 42 por ciento de jarabe de maíz de alta fructosa.
- Salsa de Tomate Cátsup marca Del Monte: Está elaborada a base de puré de tomate, vinagre de alcohol de caña, CMC, especias y contiene un 42 por ciento de jarabe de maíz de alta fructosa.
- Salsa de Tomate tipo Cátsup marca Clemente Jacques: Contiene concentrado de tomate, vinagre de alcohol de caña, sal yodada, espesante, benzoato de sodio, saborizante y un 42 por ciento del producto está hecho con jarabe de maíz de alta fructosa.
A su vez, algunas investigaciones previas han comprobado que la ingesta excesiva de jarabe de maíz de alta fructosa produce en gran cantidad la hormona ghrelina. Una de sus características es provocar que nunca se esté satisfecho, lo que provoca un aumento en las probabilidades de sufrir de obesidad y al mismo tiempo está relacionada con padecimientos como la diabetes.