En Colombia, se presentan en promedio, anualmente, alrededor 1300 nuevos casos de cáncer infantil o menores de 18 años. En ese sentido, el Ministerio de Salud y Protección Social ha lanzado una invitación a todas las entidades del sector de la salud a garantizar el diagnóstico temprano y a brindar atención resolutiva, oportuna, continua e integral a los niños y sus familias cuando se enfrentan a esta enfermedad.
El Gobierno Nacional y el Ministerio de Salud y Protección Social, a partir de la ley 1388 de 2010 y su reglamentación,[1] definen acciones para contribuir y garantizar el diagnóstico temprano, el tratamiento, seguimiento y control del cáncer infantil, con miras a disminuir la mortalidad por esta causa.
El 80% de los casos de cáncer en niños es altamente curable, cuando se aplica un tratamiento efectivo, continuo, controlado y monitoreado en forma correcta, el tratamiento es efectivo y costoso, particularmente en países como Colombia donde los recursos están tan restringidos. El control del cáncer en la población infantil no es prevenible, depende de la efectividad en la prestación de servicios de salud efectivos en el que inciden factores adicionales como el diagnóstico temprano, capacitación para el manejo y cuidado del paciente, atención médica sin fragmentación, acceso ilimitado a la atención curativa, permanencia del paciente en el tratamiento.[2]
En 19 de los 32 departamentos de Colombia, está habilitado un servicio de oncología pediátrica y de los cuales solamente 9 instituciones incluyen la totalidad de los servicios que requiere una atención integral. Además, las instituciones que prestan estos servicios son privados y aunque ofrecen una amplia cartera de servicios no toda la población colombiana tiene acceso a ellos. Frente a los objetivos planteados por Colombia desde el 2010, la atención integral para niños con cáncer, está todavía muy lejos de lograrse. Acumulando una gran deuda social y sanitaria que incrementa las brechas sociales.
La salud se ha convertido en un mercado, con pocos principios éticos y que afecta principalmente a los pacientes con cáncer infantil. Cuya problemática radica en la estructura del sistema, prima el libre mercado y el estado es muy débil ante la política social. Lamentablemente el sistema hace que la tarea sea difícil para el gran recurso de hemato-oncólogos pediatras de Colombia, que además tienen una gran capacidad de servicio para los pacientes.
El mayor problema que enfrenta nuestro país al respecto, es la corrupción. La necesidad de crear un sistema donde la prioridad sea el beneficio y el bienestar del paciente, con la compañía de entes de control, más preocupados por el bien común.
[1] https://www.famisanar.com.co/wp-content/uploads/documentos/Normativa/Normas%20marco/Poblca ciones%20especiales_%20LEY%201388%20DE%202010%20-.pdf
[2] https://www.paho.org/col/index.php?option=com_content&view=article&id=2313:nueva-publicacion-de -la-opsoms-busca-contribuir-a-la-deteccion-temprana-del-cancer-infantil&Itemid=487
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