La Organización Mundial de la Salud (OMS) se encuentra muy sorprendida, en estos momentos, con la evolución del desarrollo que están teniendo las diferentes vacunas contra la COVID19 y es que tal y como ha expresado la doctora Soumya Swaminathan, directora general adjunta de programas de la OMS, “es muy alentador ver el progreso en los ensayos clínicos que se están llevando a cabo en todo el mundo”.
Pero lo que más preocupa a los usuarios es saber una fecha exacta de comercialización de la tan ansiada vacuna y, respecto a esto, Swaminathan ha vaticinado que la fecha más temprana para que esta salga al mercado para presentarla a los reguladores “es a partir de diciembre de 2020 hasta principios de 2021”. Es, en ese momento, cuando se espera que los ensayos de algunas farmacéuticas “comiencen a proporcionar datos para que los reguladores los examinen”.
Los reguladores deben revisar los datos antes de tomar sus decisiones
Después de este año, los reguladores deberán revisar los datos antes de tomar sus decisiones y es que “estos serán muchos datos y también para la OMS”. Es por eso por lo que la luz verde para comercializarla podría demorarse hasta finales del primer trimestre.
Asimismo, Swaminathan ha revelado que, en la carrera para desarrollar la vacuna para frenar el Coronavirus, hay en torno a 40 vacunas candidadatas en alguna etapa de ensayos clínicos y 10 de ellas están en los ensayos de la fase 3, que son los ensayos clínicos de etapa tardía, que “nos informarán sobre la eficacia y la seguridad”.
Johnson&Johnson y Moderna han paralizado sus proyectos
Uno de los prototipos más avanzados hasta la fecha es el desarrollado por la Universidad de Oxford y la farmacéutica Astrazeneca. Aunque también han llegado muy lejos los diseños de otras compañías como Johnson & Johnson, Pfizer y Moderna, aunque las de Johson & Johson y las de Moderna han suspendido sus ensayos debido a “una enfermedad inexplicable”.
Para que la vacune logre ser comercializada, según la doctora Mariângela Simao, jefa de acceso a medicamentos de la OMS, “la vacuna desarrollada tendría que tener licencia en el país donde se llevó a cabo el ensayo…También tenemos la capacidad de fabricación que necesitará estar disponible para ser utilizada a nivel de país. Se deben tomar muchas medidas después de que finalice realmente su prueba de Fase 3”.