Si hay algo claro que ha dejado de manifiesto la COVID19 es que el mundo necesita contar con un mecanismo de fuerte financiación que le permita afrontar futuras pandemias. Y que en caso de emergencia, pueda desembolsar entre 50 mil y 100 mil millones de dólares a corto plazo.
La creación de este fondo fue recomendada por el Panel Independiente de Preparación y Respuesta a Pandemias, formado por expertos y personalidades que durante ocho meses examinaron los fallos que hubo en la gestión de la actual crisis del COVID por encargo de la Organización Mundial de la Salud (OMS). El panel, en su informe final, señala de forma tajante que “el sistema actual falló en protegernos de la pandemia de COVID19”.
El mecanismo de protección ante una futura pandemia movillizaría hasta 10 mil dólares
Helen Clark, copresidenta del panel y exprimera ministra de Nueva Zelanda, ha expresado, al presentar el informe, que “y, si no actuamos para cambiarlo ahora, no nos protegerá de la próxima amenaza pandémica que podría ocurrir en cualquier momento”. Entre las recomendaciones que se formula la creación de un mecanismo internacional que movilizaría entre 5 mil y 10 mil millones de dólares anuales (por un período de 10 a 15 años) para mantener una capacidad de respuesta continua frente a una posible pandemia.
En caso de declaración de pandemia, poder movilizar 10 veces tales cantidades, adelantando lo que los países se comprometan a aportar para no perder un tiempo que redunda en la propagación del agente pandémico, sea un virus u otro tipo de patógeno. Ese mecanismo sería independiente de la OMS y supervisado por el Consejo Mundial sobre Amenazas para la Salud, que también se propone crear con el objetivo de mantener un alto compromiso político con la preparación y respuesta a pandemias.
Este cálculo económico que se hace es simple y consiste en comparar tales cantidades con los 7 billones de dólares que el mundo perdió únicamente en 2020 a causa de la crisis sanitaria, a lo que habrá que sumar el impacto económico durante este año y los siguientes.
El mandato del secretario general de la OMS será de siete años y no renovable
Sobre todo, uno de los problemas identificados anteriormente, en respuesta a la pandemia de la COVID19, fue que los países exigían mucho de la OMS, pero le negaban la autoridad y financiación suficientes para ofrecerles las respuestas esperadas.
A este respecto, el panel propone que se acabe con el modelo que permite a los países hacer contribuciones condicionadas a la OMS, por ejemplo para financiar un área de salud en particular, y que los Estados aumenten sus contribuciones obligatorias a esta Organización. Actualmente, los dos tercios del presupuesto de la OMS se cubren con contribuciones voluntarias de los países.
Asimismo, se plantea que el mandato del secretario general de la OMS, su máximo responsable, sea de siete años, pero sin posibilidad de reelección, aunque esto no se aplicaría de forma retroactiva. De esta forma, el actual secretario general, el etíope Tedros Adhanom Ghebreyesus, cuyo primer mandato de cinco años concluye en 2022, podría optar a un segundo.