En la actualidad no resulta nada raro ver a las personas enganchadas a su celular, ya sea por cuestiones de trabajo o por simple ocio. El problema es cuando ésta adicción sobrepasa los límites y se vuelve nociva. Aunque puede afectar a cualquiera, los jóvenes son más vulnerables por haber nacido inmersos en el mundo de la tecnología.
Ya son bien sabidos los problemas que puede generar su uso excesivo desde dolores de cuello, espalda o dedos hasta irritación de ojos, mareos y hasta padecimientos mentales, como ansiedad.
Por esta razón a últimas fechas se han empezado a expandir campañas alrededor del mundo que promueven la ‘desintoxicación digital’ que buscan que la gente se desconecte de los aparatos para volver a ‘conectarse’ con la sociedad’.
Esta idea se ha denominado ‘digital detox’ y es un tendencia que cada vez más personas están intentando de adaptar. Desde técnicas de meditación, retiros espirituales y análisis grupales o individuales hasta internamientos en hospitales, los cuales intentan calmar la voracidad con la tecnología y la era de la conectividad recaen sobre la sociedad.
Al ser un tema en auge, muchos expertos se han dedicado a estudiar estas conductas sociales, un ejemplo es el ‘phubbing‘, término que nació en la Universidad de Sidney y con el que se pretendió denominar al comportamiento de las personas que se desconectan del mundo para enfocarse solo en lo que pasa en las redes.
Hace poco se hicieron virales en las redes dos videos ‘Look up’ (levanta la mirada) y ‘I forgot my phone’ (olvidé mi celular) los cuales en conjunto superaron las más de 100 millones de visitas y que, con un discurso sensible muestran cómo afecta la dependencia tecnológica en la vida diaria.
Aunque suene contradictorio también se han desarrollado aplicaciones para controlar su uso, una de ellas es Quality Time la cual que permite controlar y tener estadísticas en tiempo real acerca de cuando tiempo gastas en cada app. Además ofrece la posibilidad de crear restricciones de uso como ‘alertas’ y la función ‘descansar’.
Si tienes el presentimiento que alguno de tus pacientes -o incluso tú- son tecno-adictos puedes realizarles una sencilla prueba. Anímalos a apagar por 24 horas su dispositivo móvil y recomiéndales evaluar como se sienten durante ese lapso de tiempo y también que sucede una vez terminado el ‘reto’.
Además puedes apoyarte con una prueba que realizó la Universidad de Guadalajara en la que se puede identificar que tan grave es la adicción de los usuarios. Aquí te dejamos las preguntas:
- Teléfono en todas partes: cuando la persona no puede separarse del celular ni para ir al baño, en clases, o reuniones familiares.
- Actitud de malestar: Se siente molesto si se le olvida el celular en algún lugar o carece de dinero o crédito para que siga funcionado.
- Cambios en hábitos: Cuando modifica hábitos de sueño por usarlo hasta altas horas de la noche.
- Se desconecta del “mundo real”: Su mundo es la comunicación por el móvil, pero existe una total lejanía de las personas que lo rodean, ya sea su familia, trabajo o escuela.
- Es un ‘experto’: Su ansiedad por llamar o recibir mensajes y tener lo último en tecnología le crea una sensación de que se ha convertido en un “experto” del aparato.
- La factura del celular: Cuando el pago de tarjetas o cuentas supera el gasto mensual presupuestado para este servicio.
- Actitud delictiva: Llega a cometer algunos hurtos para poder comprar un teléfono o pagar la renta del teléfono.