Frecuentemente, la disfunción eréctil (mejor conocida como impotencia masculina) es vista culturalmente como una debilidad en el hombre. Además, como el sexo es todavía considerado como un tema tabú que es difícil de comentar libremente en público, incluido probablemente tu consultorio, causando en muchos pacientes una gran tensión psicológica cuando enfrentan este tipo de problemas.
Por ello, es vital que en tu consultorio se realicen esfuerzos consistentes para eliminar las barreras que impiden hablar o discutir el desempeño sexual. En este sentido, lo más importante es dar a conocer entre tus pacientes qué tan común realmente son los problemas de impotencia; pues en estimaciones del Estudio de Envejecimiento Masculino de Massachusetts (MMAS, por sus siglas en inglés) afectan a más de la mitad de los hombres entre 40 y 70 años.
También se deben de dar a conocer los principales síntomas de la impotencia masculina, con el fin de que los pacientes puedan identificarlos por su propia cuenta y acudan contigo para una valoración médica. En este sentido, se debe de hacer énfasis en que no solo se puede detectar la disfunción eréctil a partir de una incapacidad para tener o mantener la erección, sino también a raíz de una falta persistente de apetito sexual.
Otro aspecto importante a cubrir en esta campaña de concientización son los factores de riesgo de la impotencia. En este punto es importante tocar tanto los causales físicos de la condición (obesidad, diabetes, enfermedades cardiacas, presión arterial elevada o niveles de colesterol altos), que son los más comunes, así como aquellos de naturaleza psicológica (depresión, estrés y problemas de pareja), menos frecuentes pero con repercusiones de igual seriedad.
Finalmente, en la consulta médica y en tus campañas informativas, se debe de hacer énfasis en que existen soluciones médicas que permiten resolver los problemas de impotencia. Si bien existen alternativas farmacológicas inyectables, así como terapias mecánicas y quirúrgicas para tratar esta condición, en primera instancia es recomendable iniciar con tratamientos orales.
Dentro de los tratamientos orales para la impotencia destaca Levitra, de la farmacéutica Bayer, efectivo en disfunción eréctil leve o moderada y especialmente pensado para pacientes difíciles de tratar (diabéticos, hipertensos, prostatectomizados o con dislipidemia). El medicamento es ideal como una alternativa de primera línea para esta condición.