Durante los últimos dos siglos, el aumento de la esperanza de vida, tanto para hombres como para mujeres, ha sido una historia de enorme éxito. Mundialmente, aumentó de 30 a 73 años entre 1800 y 2018, sin embargo éste no es el panorama completo. Las mujeres padecen durante muchas etapas de su vida, problemas de salud, lo que afecta su capacidad para ser productivas en el hogar, en el trabajo y en la comunidad, además, reduce su potencial de ingresos, una mejor salud está correlacionada con la prosperidad económica.
La equidad en salud abarca el acceso a las intervenciones y opciones idóneas para cada individuo, independientemente de su género, sexo, edad, raza, religión, educación, discapacidad o cualquier otra característica distintiva-
La brecha de salud de las mujeres equivale a 75 millones de años de vida perdidos, debido a la muerte prematura, es como si se perdieran siete días, por mujer y, por año. Corregir esta brecha podría generar el impacto equivalente a que 137 millones de mujeres en 2040, accedieran a puestos de tiempo completo.
Si bien, la salud de las mujeres tiene resultados económicos positivos, es ante todo una cuestión de equidad, además de crear repercusiones positivas en la sociedad, como la optimización de la salud de las generaciones futuras, así como el impulso al envejecimiento saludable.
La salud de las mujeres a menudo se simplifica al considerar sólo su vida sexual y reproductiva, sin embargo abarca afecciones específicas por ejemplo, la endometriosis y la menopausia, como problemas de salud general.
Las mujeres tienen más probabilidades de verse afectadas por una causa específica de su sexo entre los 15 y los 50 años. Otras ocurren a lo largo de su vida, pero casi la mitad de la carga de salud afecta a las mujeres en sus años de trabajo, lo que a menudo tiene un impacto en su capacidad. para ganar dinero y mantenerse a sí mismas y a sus familias.
Las complicaciones del embarazo pueden aumentar el riesgo de enfermedades crónicas; por ejemplo, la hipertensión durante la gestación puede presagiar hipertensión crónica, y las mujeres que han tenido diabetes, tienen un riesgo del 50% de desarrollar diabetes tipo 2 de siete a diez años después del nacimiento del niño. Una buena salud materna ayuda a la madre y al bebé, sus beneficios se extienden más allá del embarazo y el parto.
De ahí que resulta muy importante establecer estrategias de contenido que generen el conocimiento sobre las diferentes enfermedades que pueden afectar a la población y lo más importante, que ayuden a prevenirlas, sin perder de vista el rol que juega el profesional de la salud en este acompañamiento médico – paciente.
Fuente: Ellingrud, K., Pérez, L., Petersen, A., & Sartori, V. (2024). Closing the women’s health gap: A $1 trillion opportunity to improve lives and economies. In McKinsey & Company. https://www.mckinsey.com/mhi/our-insights/closing-the-womens-health-gap-a-1-trillion-dollar-opportunity-to-improve-lives-and-economies