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La importancia de considerar las etiquetas nutricionales

Conocer el contenido nutrimental de las porciones puede ayudar a tus pacientes a conocer la frecuencia con la que se recomienda consumir un producto.

Prestar atención a las etiquetas nutricionales de los productos permitirá a tu paciente conocer la información necesaria para elegir correctamente los alimentos que integrarán su dieta, y así poder tener un mayor control sobre su consumo de calorías.

Cómo seguramente ya sabes, la ley en México señala que los alimentos y bebidas deben presentar una declaración nutrimental obligatoria y una declaración nutrimental complementaria, en donde se enlisten los ingredientes que los componen, las instrucciones de uso, el lote y la fecha de caducidad o de consumo preferente.

Lo anterior tiene como finalidad proteger al consumidor para que pueda realizar sus compras con el mayor conocimiento posible. Sin embargo, ¿saben tus pacientes leer correctamente las etiquetas?

Cada persona tiene diferentes necesidades nutricionales dependiendo de su edad, estado de salud, género y actividades diarias. Las etiquetas que contienen los porcentajes de calorías, grasas, colesterol, sodio, potasio, fibra, proteínas, vitaminas y minerales, permiten a los individuos elegir productos que sean adecuados para su salud, sobre todo aquellos que presentan enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión, obesidad, entre otras; y que tienen que poner especial atención a lo que ingieren.

De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Illinois, tanto las personas que revisan las etiquetas nutricionales como las que no lo hacen consumen la misma cantidad de comida; sin embargo, cuando se trata de la calidad de los alimentos que ingieren, las diferencias son notables.

No se trata de comer menos, sino de comer mejor. Por ejemplo, cuando se quiere reducir el consumo de calorías y azúcar, no es necesario eliminar todos los productos dulces, sino elegir aquellos que, por su contenido, son más convenientes para la salud.

Así, tu paciente puede elegir un yogurt natural en vez de uno de sabor al conocer los porcentajes de los ingredientes o quizás tomar una Coca-Cola sin Azúcar, que contiene cero calorías, en lugar de una Coca-Cola convencional.

Todos los días tenemos la información alimenticia de los productos al alcance de la mano, pero ¿cuántas veces le habías recomendado a tus pacientes leer las etiquetas? Conocimiento es poder, y cuando hablamos de comida se convierte en la batuta para poder llevar una dieta saludable, controlar la ingesta calórica y prestar mayor atención a las porciones.

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