Sobre la salud de Donald Trump se han dicho muchas cosas. “Tiene una salud asombrosamente excelente”, fue lo que afirmó en un informe Harold Bornstein, el médico personal durante cuatro décadas del ahora presidente estadounidense.
Pero de acuerdo con una investigación realizada por el periódico El País, Trump también es víctima de supuestas fobias, entre ellas y tal vez la más importante, el miedo a los gérmenes.
El mismo presidente de los Estados Unidos ha reconocido que tiene germofobia, que de acuerdo con la revista JAMA, es el pavor irracional y excesivo a los microbios. Por lo tanto, esto ocasiona que Trump realice ciertas acciones como evitar saludar de mano a algunas personas y reducir su lista de restaurantes a aquellos, que, según él, son de su total confianza, como Kentucky Fried Chicken y McDonald’s.
Al margen de lo inteligente o no de su elección, tendría mucho sentido que Donald Trump desconfíe de ciertos lugares para comer, sin embargo, tal vez el presidente aún no sabe que la mayoría de la comida que se consume en su país tampoco está libre de bacterias.
“El Big Mac me gusta, la hamburguesa de cuatro de libra es genial”, comentó el presidente alguna vez al New York Times. Tampoco oculta su gusto por el pollo empanizado, como se aprecia en la siguiente foto subida a su cuenta de Instagram el pasado verano.
Restaurantes de comida rápida no se salvan de las bacterias
Un estudio realizado por el Journal of American Science, encontró que los restaurantes de comida rápida no son ajenos al problema de las bacterias. En 2015, la cadena de comida Chipotle Mexican Grill fue duramente criticada por haber desatado una oleada de intoxicaciones por e. coli y salmonela en al menos siete ciudades de Estados Unidos.
En 2006, una investigación de la Universidad del Sur de Florida halló que en un 70 por ciento de los casos, el hielo de las cadenas de comida rápida estaba más sucio que el agua del retrete. En otro trabajo de investigación realizado por las universidades Hollins y West Virginia, los expertos encontraron que en un 48 por ciento de los dispensadores de bebidas de establecimientos de comida rápida de Estados Unidos, había un enorme contenido de bacterias coliformes fecales.
Sumado a los factores que le predisponen a sufrir problemas de salud (edad, falta de ejercicio, dieta alta en azúcares y grasas saturadas, y desde luego, el estrés de ser presidente), algunos expertos predicen que las bacterias que se encuentran en ciertos alimentos que Trump consume, podrían mermar su salud. “Podrá tener germofobia, pero dentro de sus hábitos no se encuentra precisamente una dieta sana”, dijo un médico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota.
Imagen: Progressive Charlestown