La falta de poder de las mujeres al cuidado de su salud

Las mujeres suelen consumir, de forma general, más servicios de salud que los hombres; sin embargo esto no se trata de un privilegio, sino que se debe a los diferentes tipos de necesidades de atención, síntomas, reconocimientos y percepciones de alguna enfermedad, así como del propio comportamiento en la búsqueda de atención. De tal manera sabemos que aunque las mujeres tienen hábitos más saludables, también enfrentan más problemas de salud y en muy pocas oportunidades toman el control, pues existen múltiples tabúes de la salud femenina íntima que dificultan incluso el sentir de las propias mujeres y su comportamiento.

Un 74.5 por ciento de mujeres aseguran no contactar con profesional médico alguno ni asistir a consulta médica, además de recurrir a sitios de internet, siendo éstos, en su mayoría, poco confiables. Dentro del porcentaje de mujeres que buscan en internet temas relacionados con su salud, un 49 por ciento afirma que la red es su primera fuente de información para dudas relacionadas a su salud.

Y es que hay un gran número de mujeres que viven tras el velo de un mito, mismas que a menudo se sienten en conflicto consigo mismas puesto que sus conciencias tratan sobre la educación que han obtenido desde muy pequeñas, siendo tabúes relacionados al cuidado de su sexualidad y reproducción, hasta normas de sociedad marcadas como, dar pecho en público es algo impúdico, no poder decir abiertamente…“tengo la regla” o que las mujeres no guardan condones en su cartera.

Sin la información y las relaciones médicas confiables más de un 58 por ciento de las mujeres no confía en su capacidad para tomar buenas decisiones de atención médica para ellas mismas y sus familias.

En países desarrollados, el 59 por ciento de las mujeres toman decisiones de atención médica para otros. Esa cifra se dispara hasta en un 74 por ciento entre las madres profesionistas trabajadoras con hijos menores de 18 años. Estas mujeres establecen la agenda de salud y bienestar para ellas y sus familias, eligen tratamientos, médicos, farmacéuticos y proveedores de seguros. Aún así siguen confiando en internet como primera fuente para dudas en concretas en temas relacionados con su propia salud.

Por otro lado, cuando de enfermedades crónicas se trata, las mujeres tienen manera nata a detectar síntomas de enfermedades, esto hace que sepan manejarse mejor que los hombres en relación con los procesos cuidado y prevención de enfermedades crónicas.

  • 10 por ciento de todas las mujeres en edad reproductiva sufren endometriosis.
  • Una de cada tres mujeres está en riesgo de sufrir osteoporosis a partir de los 45 años.
  • Una de cada 10 mujeres sufre cáncer de mama.
  • El síndrome de ovario poliquístico, es un trastorno endocrino que afecta hasta el 7 por ciento de todas las mujeres.

Pero, ¿qué sucede cuando cuando los médicos y las enfermeras son mujeres, se reduce la brecha de confianza?

La respuesta se reduce a que simplemente las mujeres son más “empáticas”, ellas prefieren que los médicos fuesen más cercanos. Al mismo tiempo, las pacientes suelen ser más asertivas con sus doctoras, realizan más preguntas en confianza, de mujer a mujer sin objeciones, por lo que a la larga, influirá de manera positiva en su pronóstico y cuidado de su propia salud.

Los médicos mujeres pueden fomentar el diálogo y proporcionar una comunicación clara. Informar los resultados de las pruebas de una manera comprensible, discutir abiertamente la atención preventiva y administrar de forma proactiva la salud de las mujeres, así como proporcionarles información que las ayude a tomar esas decisiones importantes que la empoderen en su salud.

Las compañías de atención y cuidado de la salud pueden tener grandes beneficios al colocar a las mujeres en puestos de liderazgo y alentarlas a usar sus experiencias y perspectivas personales. Después de todo, las mujeres constituyen el 88% de la fuerza de trabajo de atención médica.

Aquellas que han llegado a puestos de liderazgo, o que trabajan en organizaciones con visión de futuro, han logrado conexiones increíbles con el mercado femenino.

Cuantas más compañías de cuidado de la salud amplifiquen a las mujeres dentro de sus organizaciones y creen confianza con ellas, mejor posicionadas estarán para estar realmente centradas en el cuidado de la salud femenina. Desarrollar una comprensión profunda de los deseos y necesidades de estas mujeres en el cuidado de la salud ayudará a las empresas a descubrir y aprovechar enormes oportunidades de mercado. ¿Sí es el negocio del millón de dólares, por qué existe tan poca atención por parte la de industria?

En Acuam® HealthCare tenemos especial atención y nos preocupamos por el cuidado de la salud y bienestar de las mujeres durante todo su curso de vida estamos motivados para ayudarlas, porque entendemos y conocemos sus necesidades particulares de atención desde la primera regla, ciclo menstrual, anticoncepción, embarazo, parto, puerperio, lactancia y llegando a la menopausia; gestionamos plataformas y comunidades con más de 2M de pacientes mujeres con 1.3 interacciones por segundo donde cuidamos y aclaramos cualquier inquietud que respecta a salud.

Hay mucho que trabajar aún para ayudar a la mujeres, debemos implementar todas las acciones necesarias para avanzar en empoderar a la mujer en el cuidado de su propia salud en todos los procesos de la vida. Mejoremos su entorno, desde una atención médica de mayor acceso y calidad, educación desde pequeñas libre de tabúes, desarrollando y poniendo a disposición plataformas on-line confiables en las cuales puedan consultar sus dudas de salud femenina como DudasDeMujer.com.

Tomemos acción para cuidar de ellas, pero sobre todo alentemos y apoyemos para ellas cuiden y quieran de si mismas. No olvidemos que sector del cuidado de la salud es femenino.

Mitzi Torres Schick se desempeña como director of corporate strategy para Acuam.