El término “creativo” solía aplicarse a un equipo especial dentro del mundo de la publicidad, que tenía un conjunto de habilidades particulares, que a menudo, hasta se sentaban separados, literal y figurativamente, del resto de los equipos de trabajo.
Pero cuando la pandemia nos obligó a todos a entrar a espacios digitales para trabajar y jugar, “creativo” adquirió un significado más amplio. La combinación de cambios en el comportamiento del consumidor, el auge del aprendizaje automático, el florecimiento de la expresión del usuario en espacios sin guión y las presiones macroeconómicas, se sintieron como un punto de inflexión para la industria de la creatividad.
La creatividad se está convirtiendo en una de las palancas más efectivas para impulsar la diferenciación y el retorno de la inversión, y como ejemplo, tenemos que el gasto creativo está aumentando más rápido, que el de los medios (6% versus 5% anual entre 2018 y 2021).
La explosión de contenido verdaderamente único e innovador, que la industria publicitaria ha visto en los últimos tres años, es un producto directo de diversas voces que agregan sus perspectivas y contribuciones, a la combinación de marketing tradicional, en plataformas antiguas y nuevas.
Además el término “medios propios” ahora es relativo. No sólo todos los consumidores tienen las herramientas para amplificar, desafiar o modificar el mensaje de su marca, a través de sus canales personales y espacios sin guión, sino que también lo tienen miles de creadores influyentes con sus propias audiencias masivas y puntos de vista propios.
La experimentación, como la voluntad de probar algo nuevo o diferente, que es clave para la creatividad, se está convirtiendo rápidamente en una competencia central, especialmente con la proliferación de herramientas que permiten generar experiencias en los usuarios.
En medio del ruido de un Internet que ofrece de todo, durante un tiempo prolongado, tenemos el gran reto de saber, ¿cómo pueden las marcas conectarse con las personas adecuadas, de una manera que sea sostenible? Y la respuesta está en el intercambio de valor que se está redefiniendo “cómo, cuándo y por qué” las marcas obtienen la atención, la satisfacción y la confianza de las personas.
En otras palabras, la gente ya comprende el valor de los datos para los anunciantes, cuando las personas lo aprecian, así como los beneficios que reciben de los datos que comparten, confían más en una marca para manejar esos datos de manera responsable y más cómodos se sienten con el intercambio.
Así que cada interacción con un cliente es una oportunidad para convertir el viaje comercial en una red de puntos de contacto, en constante expansión, donde la creación de marca puede ocurrir, en cualquier momento.
Fuente:
https://www.thinkwithgoogle.com