En México, 7 de cada 10 individuos conectados a internet acuden al canales online para realizar consultas relacionadas con la salud, este dato va en aumento y al día de hoy, es superior a acudir a una cita médica (65 por ciento) o la consulta médica de la farmacia (43 por ciento). Son muchos los pacientes que, antes de recurrir a la ayuda de un profesional médico, deciden investigar por su propia cuenta en el denominado “Dr. Google”. Esto se debe a que a los canales digitales representan accesibilidad, comodidad e inmediatez.
Esta valoración no siempre es favorable ya que ha dado paso a la aparición de una enfermedad denominada cibercondría la “preocupación obsesiva por la salud que lleva a consultar internet continuamente para confirmar enfermedades que se cree o se teme padecer, habitualmente graves”, según La Fundación Fundeu de Barcelona.
La lista de enfermedades que arroja la búsqueda, van de un simple estrés a un posible cáncer (en casi todos los síntomas que se indagan figura un cáncer como posible causa); existe una peligrosa tendencia a inclinarse por el “peor escenario posible” para una enfermedad sospechosa. Tal y como lo podemos ver en la campaña Don’t google it!. El “afectado” siempre pensará que padece la peor de las posibilidades, sin tener un diagnóstico médico previo y que en la mayoría de los casos probablemente no sea un caso grave.
La relación de los pacientes con la información médica que circula en internet, es uno de los temas actuales de debate entre los especialistas de la salud, hoy en día los pacientes tienen acceso a millones de fuentes como blogs, foros, redes sociales de todo el mundo con contenido poco fiable.
Un 43 por ciento de esta población que busca en internet, es consciente que la información suministrada no sea de calidad y un 32 por ciento no confía del todo en dichos testimonios.
Un paciente digital espera que estas consultas tengan un grado de confianza importante en la información depositada, el 30 por ciento demanda que sea de una fuente avalada y/o creada por profesionales médicos, asociaciones de pacientes, sociedades científicas, laboratorios y empresas farmacéuticas.
Es el momento y la oportunidad a estar ahí, en donde el paciente es ahora un paciente activo y empoderado, respondiendo a un perfil en el que ha incorporado distintos canales digitales, no llegando a sustituir del todo los medios tradicionales, sino que los ha adoptado como manera complementaria. La mayoría de los pacientes (7 de cada 10) que acudieron a medios digitales buscaban ampliar información ante cualquier duda y un 57 por ciento buscaba comprender mejor el tratamiento y/o la enfermedad. En conclusión, un paciente busca online lo que no puede obtener por otros canales, principalmente en la consulta médica. Lenguaje claro, cercano y poder compartir experiencias con otros pacientes similares con la misma patología, es lo que más demandan hoy en día.
Un ejemplo de plataformas fiables es Dudas de Mujer, un portal gratuito dedicado a la salud femenina, donde se pueden encontrar testimonios reales de otras mujeres y consejos de profesionales colegiados de varios ámbitos de la salud.
Ahora es el momento de hacer presencia y acciones estratégicas en Multichannel Marketing (MCM), donde deberán construirse sitios y portales informativos digitales seguros avalados por profesionales del sector. Esta realidad ha impactado ya en muchas entidades alrededor del mundo en temas de salud, poco a poco van conquistando ese espacio hasta ahora liderado por el “Dr. Google”. La responsabilidad de tomar acción en lo que respecta a la información suministrada a patologías y manejo de las enfermedades esta en manos de los profesionales sanitarios y, que con marketers expertos digitales, puedan crear estrategias para poder localizar, focalizar y cuidar de los pacientes, mejorando la calidad entre la atención médica física y digital.