• Una negligencia médica durante una operación de rodilla provocó que llevará casi cuatro décadas en estado vegetativo.
• Su cuerpo reaccionó mal a la dosis de anestesia inyectada, sufrió un broncoespasmo.
• El aprendiz rápidamente admitió la culpa y dijo: “No estaba a la altura de la tarea que me encomendaron”, pero pasarían más de 10 años antes de que se impusiera algún castigo.

Jean Pierre Adams falleció a los 73 años y llevaba 39 en coma, pero en la década de los 70 era uno de los mejores centrales del fútbol francés. Una negligencia médica durante una operación de rodilla provocó que lleve casi cuatro décadas en estado vegetativo. El 17 de marzo de 1982, Adams iba a ser intervenido de una rotura de ligamentos. Antes de la operación, habló con su mujer para tranquilizarla: “Empiezan a prepararme. En unos minutos vendrá el anestesista”. Nunca más volvió a hablar. Su cuerpo reaccionó mal a la dosis de anestesia inyectada, sufrió un broncoespasmo, una contracción de los bronquios que dificulta la respiración, y su cerebro quedó privado de oxígeno.

SU HISTORIA EN EL FÚTBOL

Adams, que ya falleció, había disfrutado de una exitosa carrera como jugador en Francia, pasando temporadas en Niza y Paris Saint-Germain. Así como 22 partidos con la selección francesa, con la que había optado por jugar después de haberse ido de Senegal a Europa con su familia cuando solo tenía 10 años.

Adams había comenzado a ser entrenador, y fue en un campo de entrenamiento de entrenadores que la lesión en la rodilla se intensificó y requirió cirugía en el tendón dañado.

La negligencia médica ocurrió durante su estancia en el hospital llevarían a Adams a estar en coma durante más de la mitad de su vida.

El día de la operación de Adams, que no era urgente, gran parte del personal del hospital de Lyon estaba en huelga.

Su esposa Bernadette insistió en que podrían y deberían haber cancelado el procedimiento, pero con un anestesista atendiendo a ocho pacientes y el exfutbolista supervisado por un aprendiz, se cometieron errores catastróficos.

Entubado deficientemente, Adams sufrió un paro cardíaco y daño cerebral, y los errores cometidos provocaron que se quedara sin oxígeno.

El aprendiz admitió la culpa…

El aprendiz rápidamente admitió la culpa y dijo: “No estaba a la altura de la tarea que me encomendaron”, pero pasarían más de 10 años antes de que se impusiera algún castigo.

Tanto el anestesista como el aprendiz recibieron sentencias suspendidas de un mes y multas de alrededor de 750 €, y Adams permaneció en el hospital durante los próximos 15 meses.

Luego se le dijo a Bernadette que considerara poner a su esposo en un hogar, pero ella insistió en cuidarlo en su casa en Nimes, donde la pareja vivió durante el resto de su matrimonio, hasta la muerte de Adams.

“Era una fuerza de la naturaleza, muy fuerte físicamente, y tenía una gran determinación y voluntad”, dijo a CNN Henri Michel, excompañero de Adams en Francia.

“Era formidable, muy patriota y era un placer jugar con él.

Empezó de delantero, pero luego jugó de defensa.

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