El pasado 6 de agosto falleció el doctor Ivo Hélcio Jardim de Campos Pitanguy, cirujano plástico, a sus 93 años en la ciudad de Río de Janeiro, Brasil.
En su penúltimo día de vida el doctor Ivo Pitanguy realizó la que sería su última aparición pública, formando parte de los encabezados de los diarios y las transmisiones televisivas al haber transportado la antorcha olímpica y formar parte de las personalidades a quienes se les invitó a formar parte de la distinguida caravana deportiva.
Según cuentan, desde pequeño tuvo una personalidad excéntrica y extrovertida. Apenas con nueve años de edad ya gustaba de llamar la atención al pasearse por su ciudad natal, Belo Horizonte, con una boa constrictor alrededor del cuello, situación que le acarreaba constantes interrogatorios por parte de niños y adultos, quienes le detenían para poder investigar qué tramaba el jovencito temerario.
Pitanguy significa “bebecito”, y quienes lo conocimos sabíamos que este personaje, cuyos rasgos físicos correspondían al significado de su apellido, era todo menos un pequeño inocente; por el contrario, se trataba de un eminente hombre, gran médico, científico incansable, hombre de letras, profesor didacta y conservacionista protector, que como persona y amigo se mostraba bastante ingenioso e, incluso, bastante pícaro en ocasiones.
Como estudiante de medicina y cirugía plástica la palabra “global” podría definirlo de manera bastante adecuada, pues realizó estudio no sólo en su natal Brasil, sino también en otras naciones como Estados Unidos, Francia y Reino Unido.
Por si fuera poco, en su faceta como docente se encargó de crear el postgrado de la especialidad en la Universidad Pontifica de Río de Janeiro, donde formó a más de 500 cirujanos plásticos provenientes de 40 países alrededor del orbe.
Su genialidad en el terreno mercadológico y como figura pública comenzó en la década de los 60’s cuando atendió a un gran número de integrantes y actores del “Gran Circo Norteamericano” de Niteroi, quienes sufrieron quemaduras como resultado de un aparatoso y desafortunado incendio. En esa misma época el doctor Pitanguy fue fundamental para dar a conocer y difundir los beneficios sociales que posee la cirugía plástica.
Tras este mediático suceso, el doctor Ivo comenzó a recibir a personalidades provenientes de todos los rincones del mundo quienes deseaban ser sometidas a operaciones cosméticas, lo cual derivó en la transformación de su práctica y consulta privada en una empresa de éxito mundial.
Una de las grandes herramientas que el doctor Pitanguy utilizó a su favor fue su buena relación editorial con revistas, televisión y tabloides sociales; entre las publicaciones que hablaron de él constantemente a lo largo de su vida destacan el New York Times, Selecciones (Estados Unidos), Hola (España), RAI (Italia) o el Der Spiegel (Alemania).
Pero Pintaguy no sólo utilizó sus relaciones públicas para su beneficio personal, sino que también las empleó para difundir temas científicos, sociales, culturales y conservacionistas.
Se fue un médico eminente y un personaje mercadotécnico y mediático sin igual; descanse en paz el Profesor Ivo.