La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó a través de un comunicado que incorporó tres nuevos antifúngicos a su lista de medicamentos esenciales debido a su “gran importancia terapéutica”.
Se trata de los medicamentos itraconazol, voriconazo y natamicina. Es importante desacatar que hasta ahora, la lista de medicamentos esenciales de la OMS no incluía ningún antifúngico para tratar la queratitis por hongos.
La inclusión de los antifúngicos a la lista de fármacos esenciales surgió a raíz de la solicitud de varios investigadores internacionales el año pasado en la que también participaron el Fondo de Acción Global para las Infecciones Fúngicas (GAFFI), por sus siglas en inglés), la Fundación Internacional de Dermatología, la Escuela de Higiene y de Medicina Tropical de Londres y la Universidad de Manchester.
Los tres medicamentos ya forman parte de un alista que se elaboró por primera vez en 1977 y que incluye los fármacos considerados como imprescindibles para cubrir las necesidades de atención de salud terapéutica prioritaria.
La finalidad de esta lista es que los fármacos incluidos estén disponibles a nivel mundial a un precio de fácil acceso, a las dosis y formulaciones correctas y con una calidad garantizada. De igual forma, cada dos años la OMS invita a un comité de expertos para revisar y actualizar la lista de medicamentos esenciales que actúa de modelo para las respectivas listas de medicinas de los países miembros.
A pesar de que en los países desarrollados estos antifúngicos se utilizan con frecuencia hace más de 25 años, una investigación realizada por la GAFFI demostró su inexistencia en muchos países.
Infección fúngica daña a más de 300 millones de personas en el mundo
Más de 300 millones de personas de todas las edades padecen una infección fúngica grave, lo que provoca más de 1.6 millones de muertes al año, mencionó la OMS.
Muchas de estas infecciones pueden ser evitables con un diagnóstico y tratamiento adecuado. Esta clase de infecciones están ocultas y pueden ser consecuencia de otras enfermedades como el sida, cáncer o asma. La inclusión de estos medicamentos es un paso clave para reducir la mortalidad que provocan las enfermedades fúngicas.