En Oaxaca, la isla de San Francisco Ixhuatán, el “Cachimbo”, carece de médicos y, al parecer, las 45 familias indígenas huave que ahí habitan han sido abandonadas por el gobierno, ya que no representan un bastión electoral, mientras que su clínica rural ha sido devastada por los huracanes.
José Luis García Henestroza, presidente municipal de San Francisco Ixhuatán, aseguró a Milenio que está cansado de mandar cartas al gobernador Gabino Cué para que atienda la precaria situación de los habitantes de la isla, quienes también carecen de profesores y escuelas, sin embargo, en respuesta a una de sus últimas misivas, respondió “que no tenía fondos para reparar la clínica y equiparla y me enviaron un pasante que poco atenúa la situación, porque no sabe de emergencias médicas”.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, el inmueble debería estar equipado, tener camas y dos médicos residentes así como una enfermera, sin embargo, nadie ha aceptado el trabajo, de modo que si un habitante sufre alguna emergencia tiene que recorrer dos kilómetros de mar en lancha, como en el caso de las mujeres embarazadas que han llegado a parir en medio del viaje.
La situación sanitaria de esta comunidad isleña es preocupante, pues hay mortalidad de 7 de cada 10 personas víctimas de mordeduras de víboras y 4 de cada 10 fallecen a causa de dengue hemorrágico, además, en el “Cachimbo” es frecuente la presencia de enfermedades ya erradicadas en el resto del país, como poliomelitis, lepra o sarna.
Los viajes en lancha son costosos, pues se alcanzan los mil 200 pesos y sólo hay uno en la mañana y otro por la noche, lo que ha hecho que la gente desista de usar este transporte e, incluso, renuncie a viajar a la isla, como en el caso de los educadores y profesores que han preferido abandonar las precarias aulas de la isla, mientas que los lugareños tienen que esperar a que baje el nivel del mar para salir del lugar sin usar lanchas.
Al respecto, el delegado de la Secretaría de Desarrollo Social, Martín Vasquez Villanueva, ofreció aplicar acciones de impacto para atenuar las difíciles condiciones de los habitantes del “Cachimbo”, sin embargo, habrá que esperar para ver a qué se refiere.
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