Un equipo de investigadores del Instituto Politécnico Nacional (INP) encontró evidencias de que la insulina se oxida en personas con obesidad y con diabetes.
Cuando se oxida, la insulina cambia su estructura química, se transforma en polímeros y el receptor encargado de detectarla no reconoce su nueva condición, de modo que la hormona es incapaz de cumplir con su función, explicó la doctora Ivonne María Olivares Corichi, quien dirigió el estudio en la Escuela Superior de Medicina (ESM).
Al respecto, señaló que durante los experimentos fue posible determinar que la oxidación de la insulina no ocurre en personas sanas, mientras que en aquellas con diabetes u obesidad sí se presenta como consecuencia del estrés oxidativo.
Previamente, la literatura científica había reportado la presencia de estrés oxidativo en pacientes con obesidad y diabetes, pero no se había evidenciado la participación de una insulina modificada, lo que representa una innovación científica de alto valor por parte de los investigadores del IPN.
Según lo señalado por el Instituto Nacional de Salud, desde el año 2000 la diabetes mellitus es la primera causa de muerte entre las mujeres y la segunda entre hombres, no obstante, con este hallazgo se podrían revertir los índices del padecimiento en Mexico, de modo que el siguiente paso será desarrollar un método cuantitativo que permita detectar insulina oxidada para vigilar estrechamente a los pacientes con diabetes.
Cabe mencionar que, con frecuencia, los usuarios de insulina reducen las dosis de la hormona por temor a presentar hipoglucemia, como lo demuestra una gráfica de Statista con información de la Federación Española de Diabetes (FEDE), que señala que en el país europeo, en 2013, 64 por ciento de los afectados con diabetes tipo I, y 39,7 por ciento de quienes presentan diabetes tipo 2, tomaron esta decisión, sin embargo, el efecto de la insulina se vería modificado por las condiciones descritas en el estudio mexicano.
Con su propuesta, los investigadores del IPN pretenden monitorear de cerca a quienes presentan obesidad, así como aplicar estrategias para evitar resistencia a la insulina y diabetes.
El método permitiría crear un estuche comercial para la detección de la hormona modificada.