En estos meses, órganos asociados a las Naciones Unidas han estado bajo asedio. En diciembre, el líder de ONUSIDA dejó su puesto entre acusaciones de bullying y acoso sexual. Ahora, los problemas finalmente alcanzaron a la Organización Mundial de la Salud (OMS). De acuerdo con AP, el director de la institución ordenó una investigación interna para esclarecer varios escándalos.
Tedros Adhanom Ghebreyesus ordenó las indagaciones tras una serie de correos acusatorios. En ellos, se pedía investigar presuntos actos ilegales e inmorales entre el personal. De acuerdo con los documentos, en la Organización existe discriminación contra los colaboradores africanos. Asimismo, se cree que se malversó parte de los fondos dedicados a la lucha contra el ébola.
Los escándalos de la OMS
Al menos 4 correos acusan de discriminación y racismo a las autoridades de la Organización. Presuntamente, el personal africano sufre de abuso, humillación y desprecio de sus compañeros. Adhanom, a pesar del apoyo a la investigación de la OMS, no concuerda con las acusaciones. Asegura que en su mandato se han implementado estrategias de integración racial y de género. Reafirmó que su organismo es uno de los más diversos dentro de las Naciones Unidas.
El autor de los correos, que permaneció anónimo, también señaló problemas en el Congo. Apunta que el director de emergencias de la OMS realizó dudosas decisiones de contratación. Esto, a cambio, provocó que personal incompetente no tuviera un correcto control del brote de ébola. Además, acusa que se realizaron gastos innecesarios para la adquisición de equipo y vehículos.
David Webb, director de la oficina de supervisión de la OMS, investigará estas acusaciones. Asimismo, revisará otras 150 quejas presentadas contra el organismo en el último año. El funcionario afirmó que las indagaciones serán realizadas con completa independencia. Esto, a pesar que personal de la misma Organización llevará a cabo el proceso. Incluso, prometió viajar al Congo para comprobar de primera mano la supuesta malversación de fondos.
Sin embargo, algunos críticos opinan que esta acción no es suficiente. Uno es Edward Flaherty, abogado involucrado en el escándalo de ONUSIDA. Apunta que, así como no se llegó a una buena resolución entonces, es probable que suceda lo mismo con estas indagaciones. Por su parte, Oyawale Tomori, ex-funcionaria de la OMS, no se muestra sorprendida de las acusaciones. Ambos creen que un proceso liderado por un equipo interno es tan efectivo como no hacer nada.