Julián Cruz Borbolla, investigador en química por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), estudia desde hace un par de años los compuestos químicos orgánicos con actividad biológica y, a partir de ellos, busca generar un modelo que ayude a predecir el comportamiento de cada uno, así como su posible aplicación en los fármacos que se utilizan para el tratamiento la hipertensión arterial.
El académico explicó que para lograr dicho objetivo trabaja en tres procesos principales: reactividad química, modelos QSAR y docking molecular; procesos a partir de los cuales espera poder desarrollar nuevos fármacos y enfocarlos en cualquier problema, como el cáncer o la hipertensión arterial, mal que actualmente no tiene cura.
Por medio de los cálculos de los modelos QSAR se estudian 50 moléculas, analizan los datos que existen sobre su actividad biológica y con ello determinan dureza, blandura, volumen, entre otros lectores, y buscan modelos de regresión para identificar qué propiedades se relacionan con los compuestos.
Agregó que dicha investigación se puede realizar a través de la química teórica computacional, por lo que todos sus estudios se basan en el comportamiento de los átomos.
Con respecto a la reactividad química, el investigador dijo que consiste en identificar cuál es el sitio afín para llamar ciertos electrones y cada compuesto tiene diferentes reacciones, por lo que se basan en reacciones tipo ácido para identificar un par de electrones.
Debido a que es un proceso largo, el académico refirió que aún no hay fechas para obtener un resultado debido a que requieren de varios procesos y experimentos, ya que los compuestos pueden reaccionar de manera negativa a una exposición, y por ello ejemplificó que para elaborar un fármaco se requieren por lo menos 15 años, por lo que afirmó que será una propuesta que podría aplicarse en la química experimental.