El cáncer es una de las enfermedades que más víctimas cobra alrededor del mundo; tan sólo en 2015 se le atribuyeron 8.2 millones de muertes. Por tal razón, desde hace años investigadores y científicos han tratado de desarrollar algún tratamiento para combatir esta afección. Tal es el caso de la oncóloga y hematóloga Catherine Wu, quien durante años ha estudiado la respuesta de sus pacientes al trasplante de médula ósea para tratar sus leucemias, llegando a la conclusión que cada cuerpo responde diferente al tratamiento.
Las personas se preguntan por qué algunos se curan y otros no, lo que pasa es que ninguna persona responde al cáncer igual que otra
Tras este resultado Wu empezó a desarrollar vacunas contra los distintos tipos de cáncer. Esta generación de fármacos se basan en estimular al sistema inmune para que aprenda a identificar y eliminar las células tumorales.
La gente ha trabajado en las vacunas del cáncer durante décadas, se ha puesto mucho esfuerzo y ha habido muy buenas ideas, pero no muchos resultados
Por otro lado dos equipos de investigadores, uno liderado por el Hospital Oncológico Dana Farber de Boston y la Escuela de Medicina de Harvard (EE.UU.) y el otro por la Universidad Johannes Gutenberg de Mainz (Alemania) han intentado copiar la idea de Wu pero aplicándola de distinta manera con vacunas personalizadas para cada paciente.
El resultado mostró con éxito que tras un periodo de tiempo entre 13 y 32 meses, 15 de 19 pacientes a los que se les aplicó la inyección están aparentemente libres de cáncer.
Estos resultados demuestran que se puede producir una vacuna personalizada, adaptada al tumor de un paciente, y generar respuestas inmunitarias específicas contra el tumor.