Ingenieros de la Universidad de Duke recientemente publicaron un estudio en el que detallan algunos resultados sobre un estudio de 12 meses en los que un grupo de voluntarios con lesión en la médula espinal emplearon un sistema de interfaz persona-computadora.
Se trata de un sistema que tiene como base el uso del encefalograma.
“Los pacientes empleaban durante el entrenamiento el dispositivo de realidad virtual llamado Occulus Rift para convencer a su cerebro de que realmente su cuerpo estaba en movimiento. También emplearon en los brazos unos vibradores que ofrecen una sensación táctil que corresponde a cada una de las pisadas. Esta sensación de vibración estaba bien coordinada con el dispositivo de realidad virtual. Dichas vibraciones eran distintas de acuerdo al tipo de terreno sobre el cual estuviese “caminando” la persona”, dijeron los expertos en el estudio.
Al principio, cuando monitorizamos la señal de encefalograma de los pacientes durante el tratamiento no detectamos actividad en el área del cerebro relacionada a caminar, sin embargo, con el tiempo, esta actividad reaparecía, lo que significa que el entrenamiento constante puede hacer que el cerebro vuelva a reconocer la existencia de las piernas.
Durante la segunda fase del estudio, los pacientes pudieron caminar aunque asistidos por un exoesqueleto. Después de varios días de entrenamiento, la gran mayoría de los pacientes que fueron diagnosticados con paraplejía tuvieron un mejor control de sus extremidades.
Los investigadores aún no tienen claro si el exoesqueleto o la realidad virtual, o la combinación de ambos lograron la mejoría de los pacientes, por lo que seguirán con sus estudios para obtener la respuesta que desean.