La ciudad o sitio de residencia de una persona puede llegar a influir en su estado de ánimo o autoestima, pero ahora un nuevo estudio realizado por la Universidad de Washington (WU, por sus siglas en inglés), afirma que también podría tener una relación directa en las probabilidades para que una persona fallezca de enfermedades cardíacas o accidentes cerebrovasculares.
De acuerdo con la investigación que se centró sólo en Estados Unidos, mientras en algunas ciudades la tasa de mortalidad por este tipo de enfermedades es demasiado alta, en otros sitios es muy baja.
Dentro de las variantes que los investigadores mencionan que influyen para una muerte prematura por enfermedades cardíacas en los estadounidenses, se encuentran la pobreza y la falta de acceso a una atención médica de calidad.
“En algunas ciudades el riesgo de fallecer de enfermedad cardiovascular es extremadamente bajo; en cambio, en otras el riesgo sigue siendo muy alto”, afirmó el Dr. Gregory Roth, profesor asistente de cardiología en la Universidad de Washington y uno de los autores de la investigación.
Como parte de su trabajo, los investigadores esperan que los datos puedan ser de utilidad para las áreas de las ciudades que presentan las tasas de mortalidad más elevadas y así se logre mejorar la atención en materia de salud
Lo que resulta realmente frustrante sobre unas diferencias de este tipo con respecto a las enfermedades cardíacas es que sabemos que podemos prevenirlas y sabemos el tipo de exposiciones y de riesgos que configuran entre el 70 y el 90 por ciento de todos los casos porque son prevenibles.