A nivel global la Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga a la Enfermedad Vascular Cerebral como la segunda causa de mortalidad en el planeta. Durante los últimos años ha incrementado su incidencia hasta convertirse en un preocupante problema de salud pública.
La situación no es ajena a México porque de acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa) se presentan alrededor de 170 mil infartos cerebrales cada año. Aunque ya se trata de una cifra elevada, la tendencia indica que cada vez se producirán más casos. El motivo es porque algunas de sus causas son la presión alta, los problemas cardíacos y la diabetes, todos factores de riesgo que van en aumento en nuestro país.
Alternativa natural
Si bien, cuestiones básicas como cambiar el estilo de vida, realizar actividades físicas y tener una alimentación equilibrada son de gran ayuda, también se pueden incorporar otras acciones. Dentro de las alternativas, la Doctora en Ciencias Bioquímicas, Perla Deyanira Maldonado Jiménez, destaca el uso del extracto de ajo envejecido lanzado en el mercado mexicano por Kyolic.
Precisamente ella es una de las investigadoras que más ha profundizado en el tema. Dentro de su trabajo previo destaca el identificar que el ajo envejecido reduce la muerte celular en un modelo experimental de isquemia cerebral.
En un inicio el ajo contiene propiedades antioxidantes. Aunque cuando se estudió a fondo se observó algo demasiado importante. El tiempo que se gana al retrasar la mencionada muerte celular puede ser utilizado para ofrecer un tratamiento adecuado al paciente.
Prevenir problemas de salud
En ese sentido, el utilizar ajo envejecido permite que pueda ser consumido a lo largo de varios años y con una mejor calidad. Además, en este tipo de situaciones siempre será preferible el prevenir que curar. En lugar de esperar a que se presente un infarto cerebral es idóneo adelantarse a los hechos y brindar herramientas a los pacientes.
Por su parte, la Doctora en Bioquímica Diana Barrera Oviedo, quien además imparte clases en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), agrega que existen otros beneficios que ofrece el extracto de ajo envejecido, el cual inclusive cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA).
Otra de sus ventajas es que tiene muchos mecanismos de acción. Induce enzimas que ayudar a reparar células. Además es antibacteriano y antiparasitario. Con esto, refuerza el sistema inmune de los consumidores para mejorar la homeostasis del organismo.
A su vez, mejora la memoria, por lo que se trata de una opción contra ciertos tipos de demencia. Pero ante todo, uno de los aspectos más destacados es que a diferencia de otras opciones farmacológicas, no produce efectos secundarios.
Dicho todo lo anterior, el consumo regular de extracto de ajo resulta benéfico para disminuir el riesgo de infarto cerebral en tus pacientes. Aunque siempre será necesario recordar que se requiere acompañar de hábitos saludables en el estilo de vida.