En Estados Unidos la anorexia nerviosa se ha posicionado como la tercera enfermedad crónica más frecuente entre adolescentes del sexo femenino, lo cual representa la tasa de mortalidad más alta entre los trastornos psiquiátricos.
A pesar de esta información, los investigadores aún desconocen las bases neurobiológicas de estos trastornos alimentarios.
Sin embargo, un grupo de científicos del Centro de Investigación de Nutrición del Colegio Baylor de Medicina han descubierto más información al respecto. El equipo de trabajo liderado por Yong Xu halló circuitos neuronales con la cualidad de inhibir, en roedores de laboratorio, la tendencia a comer de forma compulsiva.
Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Biological Psychiatry en la cual los investigadores mencionan que la literatura científica sugiere que la disfunción del sistema serotoninérgico o el sistema de la dopamina en el cerebro puede estar relacionado con el desarrollo de esta conducta, “sin embargo hasta el momento no podemos demostrar cómo este sistema afecta el comportamiento”, dijo Xu.
En este experimento, los científicos consiguieron identificar un circuito neuronal, en el que un grupo de neuronas relacionadas a la serotonina ponen en funcionamiento las neuronas de dopamina. “Es este circuito el que puede inhibir el trastorno”, dijo el experto.
“Logramos identificar un receptor específico que es muy importante en el comportamiento de atracones. Hemos determinado que el receptor de serotonina 2C, que se manifiesta en las neuronas de dopamina, es muy importante en la supresión de dichos atracones”, mencionó el especialista.
Yong Xu declaró que un medicamento aprobado por la FDA (un agonista de la serotonina 2C), que en la actualidad se utiliza como tratamiento para adultos con sobrepeso y obesidad, posiblemente puede ser reutilizado para suprimir los atracones en adultos.