La Inteligencia Artificial es una herramienta que se encuentra en su apogeo y sus beneficios se extienden al campo de la salud. Pero al igual que ocurre con otras aplicaciones tecnológicas, es necesaria una regulación.
Con esto en mente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó nuevas indicaciones sobre la ética y la Inteligencia Artificial dentro del entorno médico. La guía describe más de 40 recomendaciones para que las consideren los gobiernos, empresas de tecnología y los proveedores de atención médica para promover y proteger la salud de las personas.
En ese tenor, algunas de las opciones más populares en el mundo son ChatGPT, Bard y Bert. Desde el 2023 empezó su uso masivo y hoy son utilizadas de forma cotidiana por millones de personas.
Inteligencia Artificial y salud: 5 beneficios que ofrece a los médicos
- Diagnóstico y atención clínica, como responder a las consultas escritas de los pacientes.
- Uso guiado por el paciente, por ejemplo para investigar síntomas y tratamientos.
- Tareas administrativas y de oficina, como documentar y resumir las visitas de pacientes dentro de registros médicos electrónicos.
- Educación médica y de enfermería, que incluye proporcionar a los alumnos encuentros simulados con pacientes.
- Investigación científica y desarrollo de fármacos, incluida la identificación de nuevos compuestos.
Riesgos que implica el abuso de la tecnología
Por su parte, la OMS alerta acerca del abuso que se ha registrado durante los últimos meses. Existen riesgos documentados de producir declaraciones falsas, inexactas, sesgadas o incompletas que podrían perjudicar a las personas que utilizan dicha información para tomar decisiones de salud.
Además, las herramientas tecnológicas pueden estar entrenados con datos de mala calidad o sesgados, ya sea por raza, etnia, ascendencia, sexo, identidad de género o edad.
De igual forma, también pueden fomentar un “sesgo de automatización” por parte de los profesionales de la salud y los pacientes mediante el cual se pasan por alto errores que de otro modo se habrían identificado o se delegan incorrectamente decisiones difíciles.
Para que la Inteligencia Artificial sea segura y eficaz, la OMS subraya la necesidad de la participación de diversas partes interesadas: gobiernos, empresas de tecnología, proveedores de atención médica, pacientes y sociedad civil.
Recomendaciones clave que se deben seguir
La nueva guía de la OMS incluye recomendaciones para los gobiernos, quienes tienen la responsabilidad principal de establecer estándares para el desarrollo y despliegue de la Inteligencia Artificial y su integración con fines médicos y de salud pública.
- Invertir o proporcionar infraestructura pública o sin fines de lucro.
- Utilizar leyes, políticas y regulaciones para garantizar que las aplicaciones utilizadas en la atención médica y la medicina, independientemente del riesgo o beneficio asociado con la tecnología de Inteligencia Artificial, cumplan con las obligaciones éticas y los estándares de derechos humanos que afectan, por ejemplo, la dignidad, la autonomía o la dignidad de una persona.
- Asignar una agencia reguladora existente o nueva para evaluar y aprobar la Inteligencia Artificial y las aplicaciones destinadas a su uso en atención médica, según lo permitan los recursos.
- Introducir auditorías obligatorias posteriores a la liberación y evaluaciones de impacto, incluso para la protección de datos y los derechos humanos, por parte de terceros independientes.
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