Durante los últimos días se mencionó que los afectados por los recientes sismos tienen mayor vulnerabilidad ante los problemas de salud mental, incluso el Instituto Nacional de Psiquiatría (INP) menciona que los habitantes que sufrieron alguna pérdida a causa de estos fenómenos naturales, padecerían alguna enfermedad mental asociada con manifestaciones como la repetición involuntaria de imágenes del desastre, irritabilidad, violencia o indiferencia que podría conducirlos hasta el suicidio.
A este respecto la directora del INP, María Elena Medina Mora, señaló que existen brigadas y números telefónicos de atención psicológica que trabajan cuando detectan a una persona con alguno de los síntomas de alerta, que incluso podrían manifestarse hasta un mes después del suceso.
Agregó que los principales daños se presentan en las zonas rurales, sobre todo en quienes perdieron gran parte de su patrimonio y se encuentran en crisis cuando fallan en su intento por resolver el problema, situación que les provocaría depresión, así como el aumento del consumo excesivo de alcohol y otro tipo de adicciones que perjudicarían su estado de salud.
Como se sabe estos problemas de salud mental ocurren por medio de tres etapas que inician con el estrés agudo que les impide dormir; seguido por el duelo tras observar los daños que se originaron y por último, el estrés postraumático que puede extenderse hasta por un año, según María Elena Medina.
La directora del INP detalla que los médicos y la población afectada deberían estar preparados para enfrentar el posible aumento de pacientes con problemas de salud mental provocados por los sismos.