Dentro de los objetivos de Andrés Manuel López Obrador, uno de los más importantes es reforzar la salud pública. Para lograrlo ordenó crear el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI), el cual sustituye al Seguro Popular y se enfoca en brindar atención médica a la población sin seguridad social.
¿Reto imposible de lograr?
En ese sentido, el mandatario ha señalado que la cobertura del INSABI se incrementará de manera gradual. La meta es atender al 60 por ciento de los mexicanos, lo que equivale a 69 millones de personas. Aunque de momento, el mayor inconveniente es que el inicio no ha sido exitoso como se tenía planeado.
En primera instancia, se aseguró que dentro del INSABI no existirían actos de corrupción como los denunciados en el Seguro Popular. Además se garantizó que todos los servicios y medicamentos serían gratuitos para los pacientes. La realidad ha sido bastante distinta debido a los testimonios que se han dado a conocer.
A lo largo de los 9 días que tiene de funcionar el programa nacional, las principales quejas que se han presentado han sido por el cobro que se hace de algunos servicios. En específico, la atención de alta especialidad que se otorga en las unidades de tercer nivel sí requiere del pago de una cuota.
Errores del pasado
También se debe agregar que el pago por los servicios especializados sufrió un incremento en las tarifas. Lo anterior ha levantado las sospechas con respecto a supuestas prácticas ilegales. Incluso algunos han llegado a afirmar que se están repitiendo las mismas fallas del Seguro Popular.
Con todo lo descrito, la mayor duda ahora es si realmente el INSABI podrá brindar atención al 60 por ciento de la población de nuestro país. Lo cierto es que existe mucho por mejorar para cumplir con todas las promesas iniciales que se hicieron.