Conforme las industrias de producción de alimentos han incorporado una mayor cantidad de herramientas tecnológicas, también han crecido las posibles consecuencias negativas que algunas prácticas podrían tener en la salud del consumidor final. Por tal motivo las políticas de inocuidad alimentaria se han convertido en un importante punto de atención para gobiernos en todas partes del mundo.
Al respecto, el titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), Julio Sánchez y Tepoz, afirmó que en México se han logrado importantes hitos en materia de inocuidad alimentaria, algo que impacta directamente en la salud de la población. Destacó también que el país tiene algunas de las medidas más estrictas del mundo en el ámbito.
Esto lo dijo durante la 5ta Reunión Nacional de Alimentos, donde también destacó que en marzo pasado México consiguió la autorización de la Agencia de Inspección de Alimentos de Canadá para importar al país norteamericano ciertos productos. Estos bienes, dijo el comisionado, provienen de plantas nacionales certificadas por la Cofepris en inocuidad alimentaria.
Destacó también que, desde que comenzó su programa de certificación de buenas prácticas en producción de alimentos a escala nacional, en 2014, se han otorgado 156 reconocimientos a plantas mexicanas por sus buenas políticas de inocuidad alimentaria. Estos negocios han expandido su oferta a Sudamérica, Europa y Asia.
El titular de Cofepris también apuntó que las políticas de inocuidad alimentaria han contribuido positivamente al desarrollo económico del país. Refrendó que la fuerte cultura de protección contra riesgos sanitarios en el sector de comestibles se ha conseguido gracias a una estrecha cooperación entre el Gobierno, la industria nacional y los expertos académicos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los productos elaborados en condiciones o con procesos insalubres son responsables de más de 200 enfermedades, desde diarrea hasta cáncer. Anualmente, 600 millones de personas se enferman en todo el mundo por malas políticas en inocuidad alimentaria, de las cuales 420 mil fallecen.