El descenso en la temperatura es una de las principales características de la temporada invernal. Al mismo tiempo, también es la época del año con mayor incremento de enfermedades respiratorias. Dentro de las más comunes se encuentran la gripe, el resfriado común y la influenza pero lo más importante es conocer los síntomas de cada una.
La fiebre, el malestar estomacal, la diarrea, la irritación de la garganta, los escalofríos, la tos, los estornudos y el dolor de cabeza son molestias que todas tienen en común. Por lo mismo, puede ser complicado identificar con precisión la enfermedad responsable.
Principales síntomas de la influenza, gripe y resfriado común
Con esto en mente, es necesario conocer las molestias específicas de cada una. La siguiente lista contiene los síntomas de la influenza, gripe y el resfriado común.
Resfriado común
Tener congestión nasal o catarro, tos, dolor de cabeza e irritación de la garganta posiblemente sea el anuncio de la llegada de un resfriado común. La infección viral en la nariz y la garganta generalmente no es nociva, aunque quizá tampoco sea fácil identificarlo.
Si bien no existe una vacuna contra el resfriado común, la mayoría de las personas mejora sin necesidad de un tratamiento y, por lo general, encuentra mejoría en un periodo de una semana a diez días. Es importante saber que los antibióticos no surten efecto contra los virus y su consumo excesivo contribuye al desarrollo de cepas bacterianas más resistentes.
Gastroenteritis viral o gripe estomacal
Algo que mucha gente llama gripe, en realidad, es una gastroenteritis viral o gripe estomacal. Las características de esta afección incluyen diarrea, náusea, así como calambres y dolor abdominal. Los síntomas suelen durar tan sólo uno o dos días, aunque ocasionalmente continúan hasta por diez días.
Por lo general, no hay un tratamiento médico específico para la gastroenteritis viral. No obstante, algunas medidas de autocuidado permiten aliviar los síntomas molestos. Tomar descansos prolongados y evitar ingerir alimentos sólidos durante unas horas para permitir que el estómago se tranquilice es una buena opción de mejoría, así como una correcta hidratación.
En la mayoría de las personas, la gripe se resuelve sola aunque en algunas ocasiones sus complicaciones pueden ser mortales. Las personas con más riesgo son los niños pequeños, las mujeres embarazadas o que están en la segunda semana del período posparto, los adultos de 65 años, quienes tienen debilitado el sistema inmunitario y las personas que padecen alguna enfermedad crónica.
Por lo general, para tratar la gripe no se necesita nada más que hacer reposo y beber bastante cantidad de líquido. Sin embargo, cuando la infección es grave o hay más riesgo de presentar complicaciones, el proveedor de atención médica puede recetar un fármaco antiviral para tratarla.
Progresivamente el paciente podrá iniciar una dieta blanda que suspenderá si reaparece la náusea, y evitará los productos lácteos, la cafeína y la comida grasosa o muy sazonada hasta que se sienta mejor es la base para la desaparición de la afección.
Influenza
Se trata de una infección viral que ataca el sistema respiratorio, incluida la nariz, la garganta y los pulmones. Al principio la influenza se parece al resfriado común porque dentro de sus síntomas hay catarro, estornudos e irritación de la garganta. Sin embargo, el resfriado se desarrolla lentamente, mientras que la gripe suele presentarse de manera repentina.
A diferencia del resfriado común y de la gripe estomacal, existe una vacuna contra la influenza. Si bien su eficacia no es del 100 por ciento, la inmunización reduce el riesgo de infectarse con esta afección y, en caso de hacerlo, disminuye la gravedad y la necesidad de hospitalización.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades en los Estados Unidos (CDC) recomiendan la vacuna anual a todas las personas, a partir de los 6 meses de edad, con solo raras excepciones.
Al final, más allá de conocer los síntomas de la gripe, resfriado común e influenza es fundamental siempre consultar a un médico. A través de sus conocimientos puede identificar con precisión la enfermedad e indicar el tratamiento farmacológico indicado.
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