Cada 29 de octubre se conmemora el Día Mundial del Infarto Cerebral. Se trata de un padecimiento que cobra 20.5 millones de vidas cada año a nivel global. Es claro que se trata de un problema de salud pública pero también hay muchas ideas erróneas a su alrededor.
En primera instancia, el cerebro necesita un flujo continuo de sangre para funcionar correctamente aunque en los casos de infartos cerebrales dicho flujo se ve interrumpido.
Por cada minuto que pasa sin tratamiento, el cerebro pierde aproximadamente 1.9 millones de neuronas. Esto significa que cuanto más tiempo se tarde en recibir atención médica, mayor será el daño.
¿Cuáles son los principales mitos sobre el infarto cerebral?
Al respecto, el Dr. Julio Olvera, presidente de la Sociedad Mexicana de Medicina de Emergencia A.C. (SMME) compartió los principales mitos y realidades sobre el infarto cerebral con la intención de que cada vez más personas lo conozcan, sean capaces de identificarlo y saber actuar oportunamente.
Mito: El infarto cerebral es un problema de personas mayores
Realidad: Aunque es cierto que con la edad aumenta la posibilidad de padecerlo, la realidad es que esta condición puede afectar a personas de cualquier edad, incluso personas jóvenes.
Por ello, es crucial que las personas se sometan a revisiones médicas periódicas. La presión arterial descontrolada o problemas de coagulación pueden detectarse a tiempo y controlarse para evitar sufrir uno.
Mito: Un infarto cerebral siempre es devastador
Realidad: La gravedad depende de muchos factores y la clave está en la acción rápida y llamar al 911 para que la persona logre llegar al hospital y reciba atención médica en máximo 4 horas y media para disminuir la posibilidad de discapacidad o muerte.
Mito: No hay síntomas hasta que es demasiado tarde
Realidad: Un infarto cerebral es detectable a partir de la aparición de uno o más síntomas y si se actúa a tiempo es posible mejorar el pronóstico. Por eso es vital que la persona sea atendida de inmediato.
Mito: Los infartos cerebrales son hereditarios y no se pueden prevenir
Realidad: Si bien es imposible predecir cuándo ocurrirá un infarto cerebral, la prevención sigue siendo la primera línea de defensa. Controlar factores como la presión arterial, nivel de colesterol, tabaquismo, niveles de glucosa y mantener un peso saludable, puede reducir considerablemente las probabilidades de sufrir un evento vascular cerebral. Con esto, hasta el 80% de los infartos cerebrales se pueden evitar.
Mito: La rehabilitación no es necesaria si la persona se siente bien
Realidad: En México se registran alrededor de 170 mil casos anuales de eventos vasculares cerebrales (EVC), incluido el infartos cerebrales, y es una de las principales causas de discapacidad permanente en adultos.
En todos los casos la rehabilitación es fundamental para la mejor recuperación, incluso cuando no haya daño aparente. Y lo más importante es que siempre debe llevarse a cabo de mano de un profesional de la salud.
Mito: Un infarto cerebral se puede atender en casa
Realidad: La única forma de ayudar a una persona que está presentando un infarto cerebral es siendo atendido en un hospital. La SMME recomienda llamar al 911, pues el equipo de paramédicos podrá comenzar estrategias de control de daño desde la ambulancia en lo que el paciente llega al hospital para ser atendido.
Cada minuto cuenta ante un EVC o infarto cerebral. Es de vital importancia que las personas estén informadas y conscientes de este padecimiento, ya sea que ellos lo estén padeciendo o que alguien a su alrededor lo esté sufriendo.