La cantidad de especialistas de todas las áreas que se necesitan en cada hospital para ofrecer la atención médica debería ser suficiente para atender al número de pacientes que acuden a consulta, aunque en muchos casos no es así. En el Hospital General de Cuetzalan se registró que una mujer indígena permaneció durante 84 horas con su bebé muerto dentro de su vientre.
Esta situación se originaría por la falta de un ginecólogo disponible para atenderla, según la información que proporcionaron sus familiares. Marisol Guzmán fue hospitalizada desde el 22 de septiembre, tiempo después le informaron sobre la muerte del bebé y 84 horas más tarde continuaba en la espera de una intervención de extracción del producto.
A este tiempo de espera se le suman las 53 horas que tenía la menor con el bebé muerto, antes de recibir el diagnóstico.
¿Cómo se originó esta situación?
Durante el mediodía del viernes 22 de septiembre, Marisol Guzmán acudió a consulta de emergencia debido a una complicación en su embarazo, no había una ambulancia disponible para trasladar a la menor, por lo que se transportó por sus propios medios. Después de 48 horas de su ingreso, los médicos detectaron la muerte del bebé mediante un ultrasonido.
Debido a la falta de un especialista capacitado para intervenirla, el personal de salud que la asistió durante ese momento le suministró suero y otros medicamentos para mantenerla hospitalizada.
“Nos pidieron medicamentos que nos han costado un poco más de 600 pesos”, aseguró José, el hermano de la afectada. Esta situación empeoró debido a que la farmacia del hospital se encontraba vacía.