Las infecciones hospitalarias representan un grave problema de salud pública a nivel mundial. Se estima que en Ecuador se producen alrededor de 100,000 muertes al año causadas por este tipo de infecciones. En este contexto, se ha determinado que la adecuada higiene de manos disminuye la cantidad de infecciones nosocomiales de manera significativa.
Es ampliamente conocido que las fallas en el lavado de las manos son la principal vía de transmisión de gérmenes durante la atención sanitaria. De hecho, ya en el año 1847, el doctor húngaro Igmaz Semmelweis, tratando de descubrir la causa de las altas tasas mortalidad materna en uno de sus pabellones, reparó en que estaban relacionadas a la deficiente higiene de manos y equipo por parte del personal médico.
Antecedente histórico
En realidad, Semmelweis se percató de que ocurrían menos decesos en el pabellón atendido por parteras que en aquel donde atendían los médicos. Después de una exhaustiva observación, concluyó que esto se debía a que los médicos traían en sus manos y ropas “partículas cadavéricas”.
Por lo tanto, instaló lavabos para el lavado constante de manos y estableció un protocolo de esterilización a equipos. con estas medidas, las cifras de mortalidad se redujeron drásticamente.
Pasaron más de 30 años, hasta que Pasteur, Lister y Koch pudieron demostrar la existencia de agentes infecciosos bacterianos. Estos agentes, en efecto, eran los agentes causales de las enfermedades; y aunque Semmelweis no gozó de ningún reconocimiento, sus aportes han salvado millones de vidas.
Sin embargo, las infecciones nosocomiales siguen siendo un problema de salud pública. Sólo en Estados Unidos, cuestan 800 mil vidas y 5.7 millones de dólares al año. Por ello, en el año 2008, la OMS instauró el 15 de octubre como el Día Internacional del Lavado de Mano. La meta es concienciar al personal sanitario sobre la importancia de esta práctica.
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Técnica correcta del lavado de manos
No debemos olvidar que como médicos, en nuestras manos está salvar millones de vidas, por ello hay que:
- Mojarse las manos con agua corriente.
- Aplicar suficiente jabón y extenderlo por todas las superficies de las manos.
- Frotar con firmeza una mano contra la mano opuesta en el siguiente orden. Primero la palma contra el dorso de la mano opuesta. luego, ambas palmas entrelazando los dedos. Después el pulgar con un movimiento de rotación y finalmente la punta de los dedos.
- Repetir el proceso con la mano opuesta.
- Enjuagar las manos y secar con una toalla desechable.
- La técnica del “lavado seco” con alcohol en gel es similar y puede realizarse siempre que las manos no se encuentren visiblemente sucias
Los 5 momentos para la higiene de las manos según la OMS
Según el protocolo establecido por la OMS, existen 5 momentos en los cuales todo miembro del personal de salud debe lavarse las manos:
- Antes del contacto directo con el paciente.
- Antes de realizar una tarea aséptica a pesar del uso de guantes.
- Después de la exposición a fluidos o secreciones corporales.
- Posterior al contacto con el paciente.
- Después del contacto con el entorno del paciente y el medio asistencial.
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- Información realizada para profesionales de la salud en territorio ecuatoriano.
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