Como sabes, en la mayoría de los tratamientos para combatir el cáncer se utilizan las quimioterapias, en las cuales se administran potentes fármacos para destruir las células cancerosas y evitar que estás crezcan o se reproduzcan. Lamentablemente en muchos casos un factor secundario común es la pérdida parcial o total de cabello.
En Saludiario te contamos hace algunos meses sobre un estudio que se realizó en mujeres con cáncer de mama en etapas tempranas, en el que se comprobó que a quienes se les enfrió el cuero cabelludo durante el tratamiento conservaron parte o casi la totalidad de su cabello.
Con este análisis como base, se desarrolló el sistema Paxman, el cual consiste en una gorra ajustable de silicona, que desciende la temperatura del cuero cabelludo en forma continua. De esta manera se logra reducir el flujo sanguíneo que llega al cabello, y así se evita que los medicamentos administrados contaminen los folículos capilares, haciendo menos probable la caída del cabello.
Es una máquina que va unida a un gorro de silicona que interiormente funciona para enfriar el cráneo y evitar que se dañen folículos del cabello. Disminuye el flujo de la sangre y al enfriarse en los folículos del pelo no penetran tantos químicos y por eso no se cae el cabello, explica la Dra. Elisa Krill-Jackson, médico oncólogo y especialista en cáncer de seno.
Recientemente el Servicio de Oncología de la Clínica Pueyrredon de Argentina, adquirió las gorras de refrigeración y se convirtió en la primera institución de America Latina en ofrecer este procedimiento a sus pacientes. De acuerdo con los especialistas, el casco tienen un 60 por ciento de efectividad y cuenta con la ventaja de hacer tratamientos múltiples.
El uso es sencillo, se utiliza antes, durante y después de la quimioterapia. Dependiendo de las dosis y el medicamento administrado, las gorras se colocan 30 minutos previos a la quimioterapia, durante esta y, de acuerdo al tipo de quimioterapia, de 60 a 90 minutos después de terminar la infusión de medicamento.
Este innovador método, está aprobado por la FDA (Food and Drug Administration) y la Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica).
La pérdida del cabello afecta mucho a la mujer cuando está pasando por quimioterapia. Algo que prevenga la caída del pelo es vital para las pacientes.
Respecto a este tema, un estudio sobre pelo y quimioterapia publicado en la revista European Journal Cancer Care, reveló que más de la mitad de las mujeres encuestadas para el trabajo afirmó que el perder el cabello era lo que más temían de la quimioterapia. Así mismo de acuerdo con los investigadores este miedo en ocasiones es tan intenso, que cerca del 8 por ciento de las afectadas que tienen que someterse a este tratamiento piensan en no hacerlo por este motivo.