Actualmente el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) brinda atención a 74 millones de derechohabientes en todo el país, cifra que le coloca como la institución de salud pública más importante de México, siendo uno de sus objetivos principales disminuir la incidencia de los principales problemas de salud que aquejan a los mexicanos.
De tal modo, uno de los problemas más graves que durante décadas se ha detectado en nuestro país es la mortalidad materna, problema que gracias al correcto actuar del personal médico del IMSS se ha logrado combatir de buena manera, razón por la que 2017 se convirtió en el año que se registró la tasa de mortalidad de este tipo más baja en la historia del instituto.
En ese sentido, durante el año pasado se atendieron 425 mil partos en las unidades de salud de todo el país del IMSS, de los cuales 102 casos concluyeron con decesos de las mujeres, aunque de ellos 44 fueron por causas indirectas del embarazo, como enfermedades crónicas como cáncer o diabetes que terminaron por complicar la gestación.
Por su parte, de acuerdo con el IMSS este avance ha sido posible gracias a una estrategia que tiene como principales ejes la prevención de embarazos de alto riesgo, vigilancia prenatal con enfoque de riesgo y un crecimiento en la atención obstétrica hospitalaria mediante equipos que integran diversos especialistas.
Visto de otra forma, ahora la tasa de mortalidad materna en el IMSS es de 24 casos por cada 100 mil partos, mientras que uno de los puntos más altos de los últimos años se registró en el 2009 cuando la tasa fue de 30.2 casos por cada 100 mil partos, lo que en su mayoría fue propiciado por la pandemia del virus de influenza AH1N1.