Por órdenes presidenciales, el director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Mikel Arriola, evaluó personalmente los daños ocasionados por el sismo de 8.2 grados Richter en las clínicas de Chiapas, y se reunió con personal médico, trabajadores y pacientes, para poner en marcha una estrategia de contención.
De acuerdo con un comunicado de prensa, en Tuxtla Gutiérrez hizo un recorrido en la clínica 25, que se encuentra temporalmente cerrada como medida de seguridad ante la caída de plafones, cuarteaduras y vidrios rotos. Además, pidió al personal resguardar el equipo médico y medicamentos de la farmacia.
Tras la supervisión, se tomaron las primeras medidas para restablecer el servicio médico. Los derechohabientes podrán recibir atención en la Unidad Médica de Atención Ambulatoria y en 8 unidades médicas móviles, con 16 consultorios, que se habilitarán a partir del próximo lunes 11 de septiembre.
Asimismo, visitó la clínica 13 donde se suspendieron este viernes las citas de consulta externa, debido a las cuarteaduras en paredes que están siendo evaluadas por personal de Protección Civil.
Posteriormente recorrió la subdelegación administrativa cerrada temporalmente por ruptura de vidrios, caída de plafones y cuarteaduras de muros, para prevenir riesgos al personal administrativo y usuarios.
El titular del Seguro Social pidió a trabajadores y pacientes su comprensión ante los efectos causados por esta emergencia y ordenó a su equipo y al delegado en el estado, Gibrán de la Torre, reparar de inmediato los daños en las unidades médicas.
De Tuxtla Gutiérrez, Mikel Arriola se trasladó a Tonalá, Chiapas, para supervisar el funcionamiento del Hospital General No. 15, donde dio instrucciones a los funcionarios de estar muy cerca de los pacientes y de los trabajadores.
El titular del IMSS reiteró que por fortuna el sismo no causó daños estructurales en la gran red de hospitales y clínicas del sistema, que funciona con normalidad en el país.
Imagen: IMSS