Con cerca de 80 millones de derechohabientes, es claro que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) representa la máxima institución de salud de nuestro al brindarle atención a más de la mitad de la población; sin embargo, el crecimiento en el número de pacientes no ha sido equitativo con el aumento de médicos y enfermeras, lo que ha provocado que las principales quejas estén relacionadas con la demora en el tiempo de espera para recibir una consulta.
En ese sentido, aunque existen ocasiones en que las unidades médicas se han visto rebasadas por la carga de trabajo, durante el pasado fin de semana se presentó una situación atípica en el Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 del IMSS en Chihuahua, el cual registró una saturación por el número de cadáveres recibidos, lo que generó que colapsara el procedimiento de las expediciones de actas de defunción, así como la entrega de los muertos.
A raíz de lo anterior, familiares de los fallecidos denunciaron que el nosocomio retrasó la entrega de cuerpos al no dar los certificados de defunción, además de que lo más preocupante es que los cuerpos permanecieron sin las condiciones requerida, como un cuarto de refrigeración, lo que causó que emanaran malos olores en todo el hospital.
Por su parte, las autoridades del IMSS dieron a conocer que esto se generó porque se recibieron más cadáveres de los que normalmente se registran los fines de semana, lo que provocó que no se contara con el número suficiente de actas de defunción, aunque negaron que los cadáveres estuvieran sin las condiciones necesarias de salubridad y aclararon que en este momento la situación ha regresado a su normalidad.