• El paciente con obesidad mórbida se hizo un bypass gástrico en un hospital privado pero la intervención fue deficiente y puso en riesgo su salud.
• Al acudir con los cirujanos del IMSS padecía una catástrofe abdominal, es decir, síndrome complejo y multicausal.
• Un equipo multidisciplinario conformado por personal de Cirugía General Gastrointestinal, Anestesiología, Medicina Interna, Terapia Intensiva, Nutrición y Enfermería logró salvar al paciente que ahora se encuentra en recuperación.

Acudir con personal médico que no tiene la suficiente preparación puede tener consecuencias mortales. El ejemplo más claro fue protagonizado por cirujanos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que atendieron a un paciente que se encontraba en un estado de salud bastante delicado. Todo se generó porque primero acudió a un hospital privado para someterse a una operación para bajar de peso pero el servicio que recibió fue bastante deficiente.

Descripción del caso clínico

Los protagonistas de esta hazaña que permitió evitar una tragedia fueron los especialistas de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) del Centro Médico Nacional (CMN) “Adolfo Ruiz Cortines” en Veracruz. Su trabajo consistió en reconstruir el estómago e intestino de un paciente con catástrofe abdominal (síndrome complejo y multicausal).

En este sentido, Octavio Ávila Mercado, profesor titular del Curso de Cirugía General en la UMAE, comentó que el paciente Leobardo Alejandro “N”, de 34 años, tenía obesidad mórbida con un peso de 160 kilos. Por lo tanto, decidió realizarse un bypass gástrico en un hospital privado, lo que trajo consecuencias adversas a su estado de salud.

Además, Ávila Mercado añadió que el paciente se atendió en otras instituciones y al llegar al IMSS contaba con diversas cirugías, con un diagnóstico de catástrofe abdominal y 90 centímetros de intestino funcional, cuando lo normal son alrededor de 6 metros.

“Leobardo viene de una atención extrainstitucional, casos como el de Leobardo de un abdomen hostil, es decir, un abdomen que ha tenido varias intervenciones con secuelas de alguna intervención previa, son tratados en esta UMAE en una forma multidisciplinaria con todos los equipos: de Anestesiología, Medicina Interna, Terapia Intensiva, Nutrición, Enfermería y hasta Psicología, comandados por el equipo de Cirugía General Gastrointestinal”.

Leobardo Alejando fue un paciente portador de ileostomía (una abertura en el vientre, para permitir el paso de heces) de lado derecho; colostomía de lado izquierdo (un tipo de abertura que permite unir el colon a la pared del abdomen) y penrose (tubo suave y flexible de látex que permite la salida de líquido y sangre para evitar que se acumulen en una incisión) en ambos lados. Todo esto durante poco más de dos años.

Cirujanos del IMSS hicieron más de 15 operaciones al paciente

Durante su proceso, Leobardo perdió mucho peso al grado de no poder caminar porque su intestino funcional quedó tan corto que imposibilitaba a su organismo poder absorber los nutrimentos necesarios. Razón por la cual padeció desnutrición y tuvo que ser apoyado con suplementos alimenticios, mientras que su mejoría fue lenta.

“En este caso volvimos a restaurar la anatomía que en su momento estuvo afectada, hicimos más de 15 intervenciones quirúrgicas y gracias a la labor de todo este equipo multidisciplinario, después de tres años nuestro paciente ya se encuentra incorporado a su día a día teniendo las funciones adecuadas”.

En su oportunidad, Leobardo Alejandro expuso: “tuve una operación bariátrica, un bypass gástrico de manera privada, en un hospital en otro estado. Tuve serias complicaciones y bueno, llegué acá a la unidad médica del Seguro Social donde me atendieron. Mi caso era un caso muy extremo, muy complicado”.

Agregó que lo atendió el especialista Octavio Ávila Mercado, “quien junto con todo su equipo hizo todo lo posible, así como toda la institución para sacar mi caso adelante, a pesar de que su proceso fue muy largo de tres años y me siento muy agradecido con la atención recibida”.

El cirujano indicó que “Leobardo llegó a pesar 45 kilos, actualmente pesa 75 kilos, que es un peso saludable para su estatura de 1.87 metros; ello le permite realizar sus actividades diarias, sin necesidad de apoyo, logrando reintegrarse poco a poco a la vida productiva”.

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