De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, la prevalencia de diabetes en México pasó de 9.2 por ciento en 2012 a 9.4 por ciento en 2016. Bajo dicho contexto, es normal que las complicaciones reportadas por los adultos con diabetes terminen en discapacidad, lo cual impide que el paciente pueda llevar una vida normal. Según datos del mencionado estudio, 54.5 por ciento de los adultos padece visión disminuida, 11.2 por ciento tiene daño en la retina y 9.1 por ciento ha desarrollado ulceraciones.
En cuanto a esta última complicación, a través de un comunicado de prensa, el IMSS dio a conocer que cuenta con el Servicio de Manejo de Heridas y Estomas para la atención de pacientes con diabetes que sufren heridas crónicas y de difícil cicatrización, con la finalidad de que su recuperación sea más rápida y se reincorporen a sus actividades cotidianas sin secuelas o alguna discapacidad.
Norma Angélica Sánchez Alarcón, jefa de enfermeras en el Hospital General de Zona (HGZ) 1A “Dr. Rodolfo de Mucha Macías”, explicó que mediante prácticas avanzadas en materia de curación, este servicio se ofrece en este nosocomio de la Ciudad de México, en el que se emplean prácticas avanzadas en materia de curación para atender a derechohabientes que sufren úlceras en pies o brazos a causa de la diabetes, además de aquellos afectados por quemaduras.
Detalló que mediante la aplicación de apósitos interactivos de alta tecnología se favorece la cicatrización en menor tiempo, lo cual permite que los pacientes con heridas crónicas se reintegren más rápidamente y sin problemas a su entorno familiar, social y laboral.
Abundó que de 2015 a la fecha se han realizado más de mil 800 curaciones de este tipo y que diariamente se atiende hasta 34 pacientes, entre los que están internados en el HGZ 1A y aquellos que han sido dados de alta y regresan para continuar con las curaciones.
La capacitación constante del personal nos ha permitido que se pase de la curación tradicional con agua y jabón, a la cura en un ambiente húmedo, es decir a la aplicación de nueva tecnología.
Agregó que las nuevas técnicas favorecen la cicatrización y evitan secuelas que pudieran derivar en discapacidad en los derechohabientes.
Los pacientes con lesiones expuestas por problemas digestivos y urinarios representan un desafío para el IMSS, ya que requieren de intervenciones específicas y cuidados de personal capacitado en el manejo de estomas, así como detección oportuna de complicaciones tempranas y tardías.
Imagen: IMSS