Debido al alto grado de confiabilidad y los resultados óptimos que ha arrojado la prueba rápida de VIH, el Instituto Mexicano de Seguro Social (IMSS) comenzó a aplicarla en las Unidades de Medicina Familiar y con atención obstétrica.
El objetivo de la prueba es evitar la transferencia del virus de la madre embarazada a su bebé, la cual puede ser durante el embarazo, en el nacimiento o después del nacimiento a través de la leche materna.
En los últimos dos años, no se han registrado casos de contagio a bebés de mujeres que reciben atención en el IMSS”, aseguró Rita Delia Díaz Ramos, jefa del Área de Programas y Proyectos Clínicos de la Coordinación de Unidades Médicas de Alta Especialidad.
Para realizar la prueba, se cuenta con un programa a nivel nacional que involucra al médico familiar, servicios de medicina preventiva, personal directivo, trabajo social, enfermería, asistencia médica, técnica de atención y orientación al derechohabiente, promotores de salud y nutrición.
Cabe señalar que la PRV debe realizarse preferentemente durante el primer trimestre del embarazo a fin de garantizar mejores resultados. Si el resultado es negativo la prueba se repite en el tercer trimestre y previo al nacimiento. En caso de que el resultado fuera positivo, en 72 horas se demuestra y en menos de una semana se canaliza a un hospital para recibir tratamiento antirretroviral para mejorar las condiciones de salud y evitar el contagio.