Desde hace más de 75 años el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) se ha posicionado como el eje de la salud pública en el país. Hasta antes del inicio de la pandemia tenía poco más de 60 millones de derechohabientes. Pero aunque la Covid-19 se mantiene como una prioridad también existen otras enfermedades y padecimientos que no se deben olvidar. Algunos son de baja incidencia pero con una alta mortalidad y durante los últimos meses han sido descuidados. Precisamente en este rubro se encuentra la hipertensión pulmonar.
Una enfermedad silenciosa pero mortal
En ese sentido, con base en la Secretaría de Salud (SSa) existen al menos cuatro mil 500 mexicanos que la padecen en nuestro país. En tanto que uno de los principales inconvenientes es la poca atención especializada que hay para los pacientes. Tan solo en el caso el IMSS el Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI es el único en todo el territorio nacional que cuenta con una Clínica especializada de Hipertensión Pulmonar.
Por su parte, esta enfermedad también es conocida por ser un “mal silencioso” debido a que sus síntomas iniciales son poco específicos. Eso provoca que evolucione de forma progresiva sin que las personas lo sepan. Mientras que una vez que se establece en el organismo, la expectativa de vida sin tratamiento es menor a tres años.
Médicos del IMSS ya cuentan con más opciones para los pacientes
Por todo lo anterior es de enorme relevancia que el IMSS añadió a su catálogo de medicamentos dos fármacos de nueva generación para la atención a pacientes. Se trata del Riociguat y Macitentan que ahora podrán estar al alcance de los pacientes con una previa valoración de un especialista.
De acuerdo con el Dr. Edgar Vinicio Mondragón, quien es jefe de área médica del Seguro Social, aunque en ocasiones se utilizan por separado suelen ofrecer mejores resultados cuando se administran juntos. Además de que mejoran la capacidad pulmonar del paciente también retrasan la evolución de la enfermedad.
En tanto que una consecuencia directa de esta decisión es que ahora las personas que no los podían comprar por cuestiones económicas los van a poder recibir sin costo en el IMSS. Por ser fármacos novedosos cada uno tiene un precio que varía entre 35 mil y 80 mil pesos. Precisamente eso es lo que alejaba esta opción farmacológica para muchos de los pacientes.
Mientras que la Asociación Mexicana de Hipertensión Arterial Pulmonar celebró esta modificación. Recordó que además de evitar muertes también será de utilidad para elevar la calidad de vida de las personas afectadas.