Entender, que, la transformación digital implica, entender que el cambio no solo es guardar archivos en la nube, para tener acceso desde cualquier lugar. Se convierte en una ventaja competitiva para el sector salud. Ya que, este proceso conlleva cambios de fondo; con modelos de gestión y normas; donde los avances tecnológicos apuntan a mejorar; la visibilidad, la confianza y el acompañamiento; ante la mirada crítica de los usuarios.
Especialmente, porque los servicios médicos; principalmente los del sector público; siempre han sido descalificados por la falta de accesibilidad, deficiente atención y precarios recursos. De ahí, que se busque encontrar y aplicar soluciones eficientes e innovadoras, que actúen como una palanca de cambio para el sistema sanitario. Más aún, cuando estas herramientas se emplean en torno a la prevención, diagnóstico temprano, seguimiento y calidad de vida.
La trasformación digital en el ámbito de la salud se convierte en una oportunidad de mejora, donde se ahorran costos, aumenta la eficiencia y se personaliza la atención.
De esta forma, creemos que la transformación digital profunda necesita una adaptación continúa, sorteando las necesidades y las situaciones adversas que se presenten. Al tiempo, que debe encontrar estrategias diseñadas bajo las demandas de los pacientes. Por tanto, para lograrlo se requiere, una evaluación continua, especialización de recursos humanos, interrelación entre las instituciones, buen uso de la información y un manejo apropiado de los recursos.1
Así, notamos que las instituciones de la salud se ven enfrentadas a grandes retos, ya que, se aspira a disminuir la brecha de inequidad social. Donde los más vulnerables, son los que menos se favorecen con los cambios. Porque, desafortunadamente, son ellos los que no cuentan con acceso a internet o no poseen los dispositivos necesarios, para realizar consultas por medio de las plataformas web o agendar una cita a través de una aplicación móvil.
No obstante, los abanderados de la transformación digital en el sector salud se enfocan en un modelo incluyente. En el que, la operación se centralice, por medio de una plataforma digital que de acceso a múltiples servicios con total confianza y seguridad. De esta forma, los pacientes y médicos, pueden extraer la historia clínica y los resultados de los exámenes diagnósticos, en el momento que se requieran.1
Disponer de la información relevante sin tramites innecesarios y con la plena confianza que los datos están protegidos, es una de las ventajas del buen manejo de la tecnología.
De hecho, la transformación digital modela la manera en que se da la comunicación con los usuarios. Para ello, hace uso de herramientas como el internet de las cosas, el big data, la omnicanalidad y el marketing fijo, dinámico y de contenido. Porque, el paciente siempre debe ubicarse en el centro de todo proceso. Ya que, sin ellos, el servicio, los modelos, la ciencia médica y la infraestructura hospitalaria, ciertamente no tendría ningún sentido.2
Como vemos, la transformación digital en el sector sanitario es un paso obligado; que, aunque posiblemente se dé lentamente; lidera un cambio cultural direccionado a la calidad del servicio. Para lo cual, integra tecnología, educación, mejoramiento continuo y optimización de recursos. Sin embargo, cabe resaltar que cada uno de estos procesos les brinda valor a los usuarios.
Referencias:
1.Pérez Acuña Claudia, Contreras Gutiérrez Jorge, Mattoli Chiavarelli Maurizio. Hyperconnected healthcare as an effect of COVID-19 pandemic. Rev. méd. Chile [Internet]. 2020 Ago [citado 2021 Sep. 25]; 148(8): 1223-1224. Disponible en:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-98872020000801223&lng=es.
2.Juan Alfredo montero, Francisco Javier Merino, Emilio Monte, José francisco Ávila, José María Cepeda. Competencias digitales clave de los profesionales sanitarios. Rev. Educ. Med. [internet] sep 2020 [consultado 25 sep 2021]; 21(5):338-344. Disponible en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1575181319300956.