Sabemos que el cuerpo humano necesita del sistema circulatorio para trasportar los nutrientes a todos los órganos de nuestro cuerpo. Es así, como dependiendo de la edad, el peso, el género y la altura, el individuo puede necesitar entre 4,5 y 6 litros de sangre en su estructura anatómica. Por lo tanto, las transfusiones sanguíneas son una herramienta valiosa de atención sanitaria que contribuye a salvar vidas.
Sin embargo, se hace necesario que los organismos de salud evalúen la seguridad sanguínea, realizando pruebas de calidad. Además, de velar por el uso adecuado, revisando constantemente los riesgos anexos. De tal forma, que se puedan proporcionar procedimientos clínicos seguros, de acuerdo al criterio médico y las necesidades del paciente.
Sobre todo, porque de ello depende la disponibilidad y el acceso a sus componentes, en caso de una emergencia. Ya que según la Organización Mundial de la Salud, OMS, en el portal https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/blood-safety-and-availability. Se indica que los países de ingresos altos son los que más donaciones de sangre hacen, siendo los adultos mayores de esa región los que se benefician al recibir transfusiones. Mientras que, en los países pobres, la donación es escasa y son los menores de 5 años los más necesitados.
Las transfusiones sanguíneas contribuyen a cuidar la salud
De hecho, el suministro de sangre a un paciente se lleva a cabo para cubrir la falta de sus componentes y mejorar su calidad de vida. Especialmente, tras una intervención quirúrgica, un accidente, una enfermedad o algún trastorno hematológico. Es así, como se puede hacer uso de los glóbulos rojos o blancos, plasma o plaquetas, contribuyendo a la recuperación y funcionalidad del organismo.
En, pero, las transfusiones sanguíneas conllevan riesgos, por considerarse un trasplante alogénico. De esta manera, la sangre debe ser evaluada en un laboratorio para descartar virus, bacterias y microorganismos dañinos procedentes del donador. Además de examinar patógenos o tóxicos; que disminuyan la eficacia de sus componentes; calificándola en forma adecuada para realizar procesos clínicos de calidad.1
De manera similar, se debe avalar la inocuidad de la sangre. Porque, también existen riesgos en los procesos de recolección, almacenamiento, calificación biológica y métodos analíticos utilizados. Sin embargo, los avances científicos y los protocolos de bioseguridad son cada vez más especializados, envolviendo una práctica segura. Lo que minimiza sustancialmente las posibles complicaciones.2
A pesar de ello, las reacciones leves después de efectuar transfusiones sanguíneas pueden ir desde alergia hasta fiebre. Así mismo, en pocos casos el cuerpo rechaza la sangre, creando anticuerpos que pueden afectar los riñones o la medula ósea, poniendo en riesgo la vida del individuo. Por lo tanto, se deben mantener medidas de control que minimicen los riesgos y prevengan reacciones adversas.
En Conclusión
Podemos ver, que la seguridad de las transfusiones sanguíneas, puede hacer la diferencia cuando de salvar una vida se trata. Ya que, de nada sirve ofrecerle a un paciente una sangre contaminada que probablemente le traerá más complicaciones de las cuales enfrenta en ese momento.
Por ello, la seguridad sanguínea se convierte en una responsabilidad del personal sanitario. Pero, de la misma manera es un compromiso del donador. Debido a que, si de antemano sabe que tienen algún impedimento para donar, debe limitarse a cumplir con el protocolo y solucionar antes sus patologías, para contribuir con su sangre en otra oportunidad.
Referencias:
- Pliego Reyes Carlos Lenin, Flores Alcántar Guadalupe. Evolución de la transfusión sanguínea. Rev. Fac. Med. (Méx.) [revista en la Internet]. 2012 Feb [citado 2021 Mayo 31]; 55(1): 35-42. Disponible en:
http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0026-17422012000100008&lng=es.
- Dame Marcela Contreras, María Cristina Martínez. Medicina Transfusional en el siglo XXI. Rev. Med. Clinic. Condes. [internet] 2015 [ consultado 31 mayo 2021]: 26(6): 726-743. Disponible en: https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-medicina-transfusional-en-el-siglo-S0716864015001492.
