El mundo ya no es lo que solía ser; porque las crisis, los desastres naturales, las guerras y la vulnerabilidad humana; han hecho que muchas cosas cambien. Es así, como el trabajo, el estudio, la recreación, la medicina y la forma de comprar, exigen un distanciamiento social que se enmarca en un aislamiento selectivo. Lo que hace que los individuos tengan que buscar estrategias para mantener la salud física y mental, en óptimas condiciones. Es allí, donde la actividad física, se convierte en una tabla de salvación, porque mantiene el cuerpo en forma y despeja la mente.
La actividad física suministra estrategias para cuidar la salud
De hecho, hoy en día, existen muchos recursos tecnológicos a disposición de la humanidad. Pero, muchas veces no sabemos aprovecharlos. Por lo tanto, debemos de acudir al poder de adaptación, que tenemos los seres humanos para cambiar rutinas y encontrar actividades dinámicas, que nos alejen del sedentarismo, las enfermedades y los problemas psicológicos.
Ya que, es necesario promover estilos de vida saludables para lograr alejar la obesidad y enfermedades no trasmisibles como la diabetes. De tal manera, que se puedan vivir muchos años, con calidad y bienestar. Es así, como niños, jóvenes, adultos, mujeres embarazadas y personas de cualquier condición de salud, deben realizar algún tipo de actividad física.
Sobre todo, porque los beneficios fisiológicos, psicológicos y sociales son aplaudidos por los profesionales de la salud, terapeutas e investigadores. De hecho, se ha encontrado; que el ejercicio moderado; reduce el riesgo de padecer cardiopatías, hipertensión y patologías digestivas. Gracias, a que mantiene a raya el porcentaje de grasa corporal, ayudando a aumentar la densidad ósea y la masa muscular.
La salud emocional también se beneficia
De esta misma manera, descubrimos que estar en movimiento mantiene la salud mental estable. Sobre todo, en medio del aislamiento, cuando el contacto físico se ve disminuido y se tienen que seguir protocolos de bioseguridad. Por lo tanto, seguir las rutinas de aeróbicos, rumba, Barret o stretching, que promocionan los gimnasios a través de las plataformas online, son una alternativa muy útil.
Especialmente, porque se consigue mejorar el estado de ánimo y aumentar la autoestima. Además, se minimiza el riesgo de padecer estrés, depresión y ansiedad. Igualmente, los canales digitales promueven clases de yoga y meditación, que mantienen en equilibrio el cuerpo y la mente. Así mismo; aunque en forma virtual; se pueden compartir experiencias con otras personas.
Sabemos, que la actividad física está recomendada para todas las personas. Sin embargo, debemos recordar que ente 5.17 años el tiempo de ejercitarse puede llegar a 60 minutos diarios. Mientras en personas mayores se establece los beneficios de realizar una práctica de 150 minutos a la semana, como mínimo. Por ello, es bueno encontrar rutinas que se puedan llevar a cabo desde la comodidad del hogar.
Es así, como estar en movimiento favorece la resistencia cardiorrespiratoria. A la vez, que ayuda a mantener la fuerza, resistencia, flexibilidad y coordinación muscular. De esta forma, se evitan caídas, dolores articulares y problemas asociativos, que debilitan el cuerpo y favorecen el desarrollo de comorbilidades. Que de una u otra manera deterioran y amenazan la calidad de vida.
¡Por lo tanto, hay que ejercitarse en medio del aislamiento!