A pesar de que la Covid-19 ha estado presente de manera oficial desde hace poco más de un año todavía hay muchas preguntas sin respuesta. De manera constante se realizan múltiples investigaciones que ofrecen nuevos datos para ampliar el panorama y obtener nuevas conclusiones. Aunque en ocasiones se consigue lo contrario porque generan más dudas en torno a esta enfermedad que cambió al mundo.
A partir de los conocimientos previos se ha observado la alta probabilidad a sufrir de secuelas una vez superada la infección. Son muy variadas y de los más diversos tipos. Lo que todavía no se ha podido determinar es el motivo por el que algunas personas sí sufren de este tipo de molestias y otras no.
Una enfermedad que podría nunca desaparecer
Por su parte, un nuevo trabajo publicado en la revista BMJ ha determinado un nuevo peligro. Lo que se comprobó es que algunos supervivientes que habían logrado recuperarse pueden llegar a desarrollar nuevas secuelas clínicas.
Lo que menciona la investigación es que uno de cada siete adultos infectados desarrolló al menos una nueva secuela que requirió hospitalización durante la fase post-aguda de la enfermedad. Eso quiere decir que inclusive las personas que ya habían sido dadas de alta y parecía que habían superado por completo a la Covid-19 tienen una probabilidad a sufrir recaídas.
De igual forma se menciona que el riesgo aumenta conforme se trata de pacientes de mayor edad. Aunque eso no implica que los adultos jóvenes estén exentos porque es un riesgo al que todos están expuestos.
Con lo anterior en mente ahora hay un nueva preocupación. Aunque algunos países ya muestran un relativo control de la pandemia al registrar un descenso en los contagios y decesos no se puede afirmar que hayan superado por completo el problema. Lo que podría ocurrir es que algunos de los supervivientes muestren un deterioro en su salud que ponga en riesgo su calidad de vida.
Mientras que todo lo observado ha reafirmado que la Covid-19 es una enfermedad demasiado compleja que inclusive podría nunca desaparecer en los supervivientes. Inclusive al no mostrar secuelas durante un lapso el riesgo a presentar recaídas es latente.
En tanto que ahora la decisión de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) de retirar el uso de cubrebocas en personas vacunadas podría ser un error. Aunque el riesgo disminuye no desaparece por completo y en cualquier momento podrían aparecer nuevas secuelas que afecten a los pacientes que se creían recuperados.