En la actualidad el cáncer se ha posicionado como la segunda causa de muerte a nivel mundial. Conforme pasan los años aumenta su incidencia y mortalidad, lo que causa alarma entre la población. Pero algo que se debe mencionar es que no se trata de una enfermedad nueva sino que es bastante antigua.
Al respecto, diversas investigaciones han permitido conocer más acerca del cáncer. Tan sólo el año pasado se dio a conocer el primer caso de cáncer en humanos de la historia. Un trabajo realizado por la Universidad de Witwatersrand encontró los primeros indicios. Se trata de osteosarcoma, identificado en los restos de un homínido que vivió hace 1.7 millones de años.
Ahora, un nuevo trabajo ha llegado todavía más lejos al encontrar la evidencia más antigua de cáncer de la historia. Un trabajo realizado por científicos alemanes y estadounidenses llegó a tal conclusión. Lo anterior al analizar los restos de una tortuga sin concha que vivió hace 240 millones de años.
La investigación presenta evidencia del tumor óseo osteosarcoma en el fémur del animal llamado Pappochelys rosinae. Los restos fósiles fueron descubiertos en el 2013 y después de un amplio análisis se llegó a tal conclusión.
En ese sentido, el equipo utilizó técnicas de microscopía y tomografía computarizada. Con esto, pudieron formar una imagen del fémur izquierdo fosilizado del espécimen. El trabajo proporciona evidencia de que el crecimiento de células neoplásicas no reguladas se produjo desde hace millones de años. Esto significa que el cáncer no es un defecto fisiológico moderno sino una vulnerabilidad que está profundamente arraigada.